Documentos para la historia del teatro español
Documentos para la historia del teatro español. CDT
INICIO / Claves / Escena y política
1939-1949
1939-1949

Cartelera
1943

El tiempo y su memoria
Escena y política
Modelos y espacios
Protagonistas
Memorabilia
El Teatro y su Doble

 

 

Índice, recopilación y estudio:

Julio Vélez Sainz
Instituto del Teatro de Madrid
Universidad Complutense

 

fondo página

ESCENA Y POLÍTICA

En lo político se producen intentos por normalizar la situación cultural. La Real Academia Española otorga retroactivamente los Premios de la Fundación Piquer de Teatro correspondientes a los años de la Guerra Civil. El del 37 se lo llevan Jesús Joaquín de Arozamena y José Vicente de Puente Arnáiz por Mari-Dolor (una historia de tintes carlistas); el del 39, Joaquín Calvo Sotelo por su comedia La vida inmóvil, Jorge y José de la Cueva (críticos teatrales ambos) reciben el de 1940 por Las ranas, los del 1936 y 1938 quedan desiertos. Por otro lado, hay intentos de regular la actividad escénica: el Sindicato Nacional del Espectáculo (que otorga los Premios Nacionales de Teatro y Música)  dicta normas sobre la contratación de estas actividades artísticas a través del Sindicato Local de Espectáculos. Ese año encontramos una norma de 11 de noviembre que fija nuevas condiciones de contratación para todas las actividades escénicas, circenses y musicales con obligación de depositar copia del texto, lo que afianza la censura previa y los procesos de autocensura.

A la par, el régimen nacional-catolicista impulsa una organización recreativa mediante el Sindicato de Educación y Descanso, dependiente del Sindicato Vertical. Este se dedica a promover y realizar todo tipo de actividades artísticas, culturales y deportivas por parte de los trabajadores (que son denominados “productores”). El Sindicato de Educación y Descanso se fundó a ejemplo de la organización italiana Opera Nazionale Dopolavoro (OND), con la que emprende algunas colaboraciones como la puesta en escena conjunta de una ópera, tal como recoge Ya (12-05-1943). El 14 de marzo se celebra en el María Guerrero el “Festival de Educación y Descanso” con la representación de El alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca organizado por la Jefatura Provincial de la Obra Sindical de Educación al que asistieron diversas autoridades. Este mismo sindicato puso luego en escena La venganza de don Mendo, de Muñoz Secay El abolengo, de Linares Rivas. Ya se hace eco también de una función de gala de Macbeth en el Español (18-06-1943), a la que acompañan Doña Francisquita (libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw y música del maestro Amadeo Vives) y unas piezas musicales. De especial brillantez, según La Vanguardia Española, fue una la función en el Liceo a beneficio de los “heroicos caídos barceloneses de la División Azul”. Todas las representaciones eran presididas por ilustres camaradas de Falange. La colaboración cultural con la Alemania nazi fue también fructífera: el Frente de Trabajo Alemán presentó la revista Luces de Viena en el teatro Cómico de Barcelona con la presencia de 2.000 (¡!) excombatientes alemanes y de miembros de la División Azul (El Alcázar, 02-07-1943). Estas actividades solían acabar con una exaltación del trabajo, de la hermandad entre los hombres del campo y los de la ciudad y con el “Cara al sol”, como suele recoger la prensa (Arriba, 07-04-1943).

Dentro del teatro institucionalizado merece mención aparte, por su complejidad y porque tiene poco que ver con el sistema de propaganda del régimen, el Teatro Español Universitario, dirigido por el barraco Modesto Higueras por nombramiento de José Miguel Guitarte (Jefe Nacional del SEU). La labor emprendida por el TEU de Modesto Higueras comienza a tener mucho eco hasta el punto de que en un artículo se le llega a pedir la medalla del trabajo. Frente a los otros espectáculos institucionalizados, el TEU es visto como un instrumento ideal en contra de la mercantilización y el aburguesamiento de la escena. En un artículo se llega a destacar que, gracias al TEU, un “clima, depurado y de buen gusto irá ganando, poco a poco, a fuerza de hechos y de ejemplos todo el ambiente [teatral]”. En efecto, el programa del TEU iba por otros derroteros. Para empezar, seguía las directrices que Lorca había dado a “La Barraca”: obras y autores de nuestros siglos de oro, y todos los géneros representados, desde el entremés al auto sacramental. De este modo, sus funciones responden a motivaciones estéticas, sobre todo. Para muestra un botón: uno de los espectáculos programados reunía tres entremeses de Quiñones de Benavente (El guardainfante, La muestra de los carros y Los borrachos), una sorprendente versión de El cartero del Rey, de Rabrindranath Tagore, y El tímido serafín, de Julián Ayesta. Como figurinista aparecía junto a José Pla y Juan Ismael, José Luis López Vázquez, que comenzaba así su vinculación con la escena, en la que tantos éxitos alcanzaría como actor. Este aspecto más culto del teatro del TEU no pasó desapercibido, L. F. de Igoa (Arriba, 15-05-1943) refiere la excelente puesta en escena de Our Town, de Thornton Wilder, que se tradujo como como Las navidades de la casa Bayard, y que sería memorablemente puesta en escena por el TEU zaragozano en los sesenta. Igoa relaciona en un ensayo dialogado el TEU con el exitoso teatro norteamericano, que relaciona con sus florecientes universidades. Para el autor, el TEU sería “nuestro teatro de ensayo”.


 

 

 

 

 

 

línea

 

fondo

 

 

 

Logo Ministerio de Cultura. INAEMespacio en blancoLogo CDT


Documentos para la historia del teatro español

© 2015 Centro de Documentación Teatral. INAEM. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de España | cdt@inaem.mecd.es | Diseño web: Toma10