Modelos y Espacios. Claves. Documentos para la historia del teatro español. 1946

MODELOS Y ESPACIOS

En el teatro Palace de París se aplaudía por vez primera La Celestina. La tragicomedia de Calisto y Melibea reeditaba el éxito que ya había conocido en 1942, en el teatro Montparnasse, adaptación de Paul Achard y se consolidaba así como uno de los textos clásicos europeos de referencia. Sin lugar a dudas la escenificación de Felipe Lluch en 1941 resultó determinante para la hoy riquísima trayectoria escénica y cinematográfica de la pieza, cuyo tradicional calificativo de “irrepresentable” se ha perdido por completo.

En territorio nacional, el grueso del pescado se vendía en Madrid y Barcelona. Al margen de las sedes de los dos teatros oficiales, María Guerrero y Español, y del teatro al aire libre que se instaló durante el verano en el parque de El Retiro, en Madrid se dedicaban al teatro y los espectáculos en vivo algo más de 20 locales, si bien muchas de ellos compaginaban su programación con el cine, los conciertos u otros formatos. Detallamos la relación de todos ellos, acompañando el nombre del género o los géneros que con mayor frecuencia se programaba en cada una:

Albéniz: revista, variedades, zarzuela, ópera.
Alcalá: principalmente cine, muy ocasionalmente Don Juan Tenorio y mentalismo.
Alcázar: comedia, drama y variedades.
Barbieri: variedades.
Beatriz/Infanta Beatriz: comedia, drama, variedades.
Calderón: géneros líricos, variedades y folclore.
Chueca: muy ocasionalmente, espectáculos folclóricos.
Circo Price: circo, variedades, folclore.
Comedia: comedia, variedades, danza, drama.
Cómico: comedia, revista, zarzuela, variedades, drama.
Europa: programación muy ocasional, folclore y comedia.
Fontalba: drama, variedades, comedia, zarzuela.
Fuencarral: drama, comedia, musical, variedades.
Infanta Isabel: comedia y algún drama.
Lara: comedia y drama, ocasionalmente danza.
Madrid: ópera, revista y zarzuela.
Maravillas: opereta y revista.
Pavón: comedia y drama.
Progreso: títeres y variedades.
Reina Victoria: folclore, religioso, magia, comedia, variedades, zarzuela.
Rialto: comedia y drama.
Salamanca: títeres, comedia y variedades.
Zarzuela: ópera, opereta, zarzuela, variedades y alguna comedia.

Casi igual número de salas se contaban en Barcelona, si bien allí la cantidad de público era menor y las obras aguantaban menos en cartel, por lo que se registraba mayor actividad:

Apolo: zarzuela, drama y variedades.
Barcelona: comedia y drama.
Borrás: comedia, variedades, ocasionalmente religioso y zarzuela.
Calderón: zarzuela, clásico, variedades, drama. Acoge la gira del María Guerrero.
Circo Mundial: circo.
Coliseo Pompeya/Pompeya: drama, comedia y, ocasionalmente, variedades.
Coliseum: zarzuela y ópera.
Comedia: drama, clásico, comedia y puntualmente ópera.
Cómico: circo, zarzuela, folclore, revista y ópera.
Condal: comedia.
Español: comedia, folclore, musical.
Liceo: ópera, danza, variedades, conciertos.
Nuevo: zarzuela, opereta y folclore.
Olimpia: circo, zarzuela, variedades, ópera.
Poliorama: comedia y folclore.
Principal Palacio: policiaco, drama.
Romea: drama y comedia.
Sala Mozart: títeres, recitales, variedades.
Sans: zarzuela, drama y ópera.
Studium: drama.
Tívoli; ópera y revista.
Victoria: zarzuela y lírico.

De un total cercano a 2.000 títulos en la cartelera de Madrid y Barcelona, 30 superaron las 100 representaciones a lo largo del año y 52 superaron las 50 funciones. Es decir, entre ambas ciudades se contaron unas 80 producciones de relativa, amplia o muy amplia aceptación en todo el año. Si consideramos esta cifra de 50 representaciones el umbral mínimo de la relevancia (algo más de 1 mes en cartel), podemos fijarnos en las que se vieron más favorecidas por el respetable y saber qué locales y géneros convocaron a un mayor número de espectadores en 1946 en las dos ciudades donde más teatro se producía y se veía.

Así, el listado comienza con el teatro Español de Barcelona y sus 830 representaciones de espectáculos que superaron las 50, siempre dentro del género musical. Le siguen el Alcázar de Madrid con 699; el Infanta Isabel (607); el Calderón de Madrid (501); el Lara (461); el Fontalba, la Comedia y el Reina Victoria cerca de las 400; el Madrid (382); el Albéniz (368) y el Poliorama (353). De este modo se completan los diez más destacados en el ranking.

Al margen hemos de contabilizar los dos teatros nacionales, María Guerrero y Español, que con sus mayores éxitos de público alcanzaron 566 y 396 representaciones respectivamente, con la peculiaridad de que sus éxitos incluían obras del género dramático o clásicos. Al margen de estas dos formaciones, solamente cultivaron los clásicos las compañías de Alejandro Ulloa (en solitario, con Ana María Campoy o con Marta Santaolalla) y de los veteranos Tina Gascó y Fernando Granada. Entre los clásicos, el mayor éxito correspondió a El sueño de una noche de verano, estrenado el año anterior en el Español, que registra igualmente el drama más repetido, con El monje blanco (128). De la programación del María Guerrero, lo más visto fueron Un espíritu burlón (130) y El caso de la mujer asesinadita (110).

A la cabeza se sitúa, indiscutiblemente, el espectáculo musical Melodías del Danubio, de los vieneses Artur Kaps y Franz Johan, con un total de 1.030 representaciones (648 en el Español de Barcelona y 382 en el teatro Madrid de la capital). De hecho, los espectáculos musicales, las revistas y las comedias se acercan al 60% de lo programado en Madrid y Barcelona.

La revista, así como los espectáculos musicales y folclóricos atrajeron mayoritariamente al respetable tanto en Madrid como en Barcelona. En un intento fallido –según los críticos- de competir con los vieneses, Eduardo Duisberg y la coreógrafa austriaca Gisa Geert crearon Entre dos luces, que llegó a 357 representaciones (252 en el Cómico y el Tívoli de Barcelona, 105 en el teatro de la Zarzuela). Scala 1946 del mismo Duisberg alcanzó las 287 (236 en Madrid –Zarzuela y Fontalba-, 81 en el Apolo de Barcelona). Carmen Morell y Pepe Blanco llegaron a 70 representaciones de Luz y color en el teatro de la Comedia de Madrid y estrenaron Alegría 1946, dirigida por Salvador Videgain García, con música de los maestros Quintero, León y Quiroga, que llegó a 32 funciones en el Infanta Isabel.

La Gran revista de Celia Gámez se aplaudió 286 veces, la mayoría de las veces en Madrid; su producción anterior, la opereta Hoy como ayer, llegó a 211 en el Alcázar, y en el mismo teatro cosechó nuevo éxito con la siguiente, Vacaciones forzosas, que alcanzó las 208 en algo menos de un trimestre.

La Compañía Operetas y Revistas de Antonio Paso realizó 287 representaciones de El hombre que las enloquece, en el Maravillas.

La Compañía Titular de Operetas y Musicales logró 188 representaciones con Tres días para quererte en el flamante teatro Albéniz, inaugurado el año anterior. Por su parte, la vedette peruana Carmen Olmedo, que se había instalado en España en 1945 y había formado compañía propia, conquistaba al público barcelonés en el teatro Nuevo con las 149 representaciones de Vales un Perú.

Entre las innumerables zarzuelas representadas en numerosos teatros destacó la compañía del teatro Victoria de Barcelona con Y en Montserrat se casaron, con un total de 203 representaciones. Matrimonio a plazos (64), Mambrú se va a la guerra (41), El conde de Luxemburgo (12) y La viuda alegre (4) completan el año del legendario Luis Sagi-Vela. La experimentada y celebrada soprano Matilde Vázquez no pasó su mejor momento y hubo de representar hasta 11 zarzuelas para alcanzar un total de 78 representaciones, siempre en el teatro Albéniz. La Compañía Lírica Maestro Sorozábal presentó un total de 9 espectáculos en Barcelona, que le sirvieron para cumplir 73 representaciones en el teatro Apolo. En el Maravillas realizó 12 representaciones Casimiro Ortas, La tela y Tú eres capitana; no quedarían muchas oportunidades de ver sobre las tablas al veteranísimo tenor cómico, que acababa de formar compañía con Angelines Labra, la joven actriz que en un primer momento se resistió a formar compañía y decidió permanecer en la de Josita Hernán, junto a Luis Peña.

Los espacios esenciales para la ópera eran el Liceo y el teatro Madrid, aunque ocasionalmente podían verse en otras salas. Podemos destacar La Bohème, El barbero de Sevilla, Boris Godunoff, Las bodas de Fígaro, Rigoletto, Tosca, Lohengrin, Werther en Barcelona; Tosca, Carmen, La Traviata, El barbero de Sevilla en Madrid, donde la favorita era La Bohème.

Juanita Reina, con Solera de España, batió el récord del año en su género: 219 entre Madrid y Barcelona (Calderón, Fontalba y Poliorama), frente a las 128 de Lola Flores y Manolo Caracol con Zambra 1946. La Compañía de Arte Folclórico Español de Mari Rosa logró 65 actuaciones en el Poliorama con Pregón de feria. Paquita Rico llegó a 25 con Triana en el Reina Victoria de Madrid. Emilio Vendrell, Estrellita Castro, Juanito Valderrama, Gracia de Triana y el bailaor Manolo Argiz completan la nómina destacada del género.

La danza estuvo protagonizada por Pilar López con el Ballet Español, que alcanzó las 63 funciones en el Fontalba y 58 en el Albéniz con Rapsodia ibérica. La bailarina había disuelto su compañía el año anterior, tras la muerte de La Argentinita, su hermana, pero finalmente formó una nueva y la fortaleció con bailaores de renombre, como José Greco o Manolo Vargas, guitarristas como Ramón Montoya y la colaboración ocasional de figuras como Pastora Imperio.

La comedia de Torrado Una gallega en Nueva York, con 298 funciones, ofreció pingües beneficios a la compañía de Arturo Serrano en el Infanta Isabel, encabezada por Isabel Garcés.

Lo más representado del género cómico no musical fueron El padre pitillo, por Aurora Redondo y Valeriano León con 195 funciones entre Madrid y Barcelona; Titania, por la compañía de Lola Membrives, con 185 representaciones entre el Cómico de Barcelona y el Calderón de Madrid; Préstame tu suegra, en el Rialto, por la compañía de Rafael López Somoza (140); No tienes arreglo, Pepe, también en el Rialto por la compañía de Carmen Carbonell, Manuel González y Antonio Vico (131); Nosotros, ellas y el duende, por Guadalupe Muñoz Sampedro (125) en el Reina Victoria.

En el drama lo más representado fue La casa, de Pemán, en el Lara, con 251 representaciones. Entramos en detalle de los títulos más agraciados en la sección Memorabilia. Continuamos aquí, por tanto, prestando atención a otros géneros, como el circo, en el que dominaba Circuitos Carcellé (cientos de representaciones de Charivari y 63 con Circo internacional). El Price y el Olimpia se especializaron en este tipo de convocatorias.

A lo largo del año se estrenaron numerosos espectáculos en lengua catalana, por las compañías de Jaime Borrás y José Clapera, de un lado, y José Bruguera de otro, ambas en el teatro Apolo., así como la Compañía Catalana (titular catalana) del teatro Romea y la compañía de María Vila y Pío Daví en el teatro Victoria En el Romea recayó el mayor éxito de este conjunto de obras con El prestigi dels morts (110 representaciones), seguida muy de cerca por la pieza de Rusiñol L’auca del senyor Esteve, por José Bruguera, con 105 representaciones. Con sólo 16 representaciones pasó a la memoria colectiva el nuevo montaje de Terra baixa, que brindó la ocasión de volver a ver a Enrique Borrás en el papel de Manelic que estrenara él mismo más de medio siglo atrás, en 1894. Teresa Pujol y Juan Fornaguera presentaron la mitad de su repertorio en español y la mitad en catalán, principalmente en el Pompeya. En el Victoria se representaron diversas zarzuelas en catalán, entre las que destaca Gent del camp, con cerca de medio centenar de representaciones.

En el Principal Palacio barcelonés se programaron varias obras del género policiaco, hasta completar 78 representaciones, siempre por Taramona, con El espectro verde, El coyote de Sacramento y La cartera del muerto a la cabeza. En Madrid el género policíaco conoció su mayor éxito con El asesinato de Míster Meadland, por la compañía del teatro Cómico, con 21 representaciones

Las piezas sacras se representaban en fechas navideñas y durante la Semana Santa, como es lógico, y entre ellas la más seguida fue Els Pastorets.

El Fontalba programó algunas veladas de hipnotismo y mentalismo a cargo del Profesor León y el Profesor Braiss. Veladas similares proporcionaba el Profesor Fassman en el Nuevo de Barcelona. De éxito se puede calificar la actuación del mago Li-Chang en el Reina Victoria con El embrujo de Asia, que alcanzó las 28 sesiones.

Los espectadores menudos, “el más sincero de los públicos”, tenían ocasión de disfrutar fundamentalmente del circo y los títeres, junto a algunos otros espectáculos, en ocasiones al aire libre, como en el teatro instalado en El Retiro. En Madrid Talío y sus muñecos ofrecieron 16 representaciones en el Salamanca. Desde el diario Marca destacaba E.M.C. las grandes ovaciones que había merecido La bicicleta de las ruedas, de Fernando Castán Cerezuela, en el Infanta Beatriz, así como el filón que había encontrado el cine Salamanca en el centenario de Buffalo Bill: Ramón Barreiro escribió El nieto de Buffalo Bill, que representaron Paloma Esteso y Joaquín Peláez junto a Pototo y Boliche bajo la dirección de Manuel de la Rosa –de amplia experiencia en teatro radiofónico-, en cuyo fin de fiesta intervinieron José García Nieto, Federico Muelas y Rafael Montesinos. El crítico completaba así el 4 de diciembre su mirada hacia las “Novedades en el teatro infantil”, “El más peligroso y el que más cuidados merece. Necesita ante todo dinamismo, movimiento, sobriedad de palabras, acción”.

Documentos para la historia del teatro español