logo Centro de Documentación Teatral
Logo Don Galan. Revista Audiovisual de Investigación Teatral
imagen de fondo 1
imagen de fondo 2
NÜM 1

PortadaespacioSumario

espacio en blanco
1. MONOGRÁFICO

Logo Sección

1.4 · Después de la LOE
Presente y futuro de la educación teatral en España en los inicios del siglo XXI


Por Manuel F. Vieites.
 

 

2. 4. Enseñanza especializada: formación complementaria

Se abre aquí un amplio panorama que se expande por todo el sistema educativo, en especial por la denominada educación postobligatoria. Son varios los ciclos formativos de grado superior y las titulaciones de grado en las que cabría introducir materias específicas de carácter teatral, y que, sin duda, redundarían en una mejor y mayor cualificación de los titulados.

En el campo de la formación profesional reglada queda mucho por hacer, particularmente en ciclos formativos de familias profesionales como Imagen y Sonido, como los denominados “Producción de audiovisuales, radio y espectáculos” o “Realización de audiovisuales y espectáculos”, en los que buena parte de los contenidos se orientan al audiovisual; o como Servicios Socioculturales y a la Comunidad, especialmente en los ciclos denominados “Educación infantil” y “Animación Sociocultural”.

La situación es similar en las enseñanzas universitarias, si pensamos, por ejemplo, en los grados en Pedagogía, Educación Infantil o Educación Primaria, Educación Social o Trabajo Social, campos en los que los procesos de expresión y comunicación teatral pueden tener tanta relevancia. Pero lo mismo cabe decir en el campo de las humanidades, en las ciencias de la salud o en las ciencias de la conducta. En todos los casos cabe pensar en materias propias de las enseñanzas teatrales que ampliarían considerablemente la formación inicial y el desempeño profesional de los futuros titulados. La progresiva integración de las escuelas superiores de arte dramático en la universidad sin duda favorecería esa línea de trabajo.

3. ALGUNOS RETOS IRRENUNCIABLES

De todo lo dicho anteriormente, se derivan una serie de retos, algunos formulados de forma explícita y otros derivados de algunas de las cosas dichas y de otras que habremos de decir.

En primer lugar se hace muy necesario acometer una “normativización” de la enseñanza teatral, es decir, definir qué es lo que hay que enseñar a quién, en qué momento, para qué y cómo, por señalar algunas de las cuestiones básicas. Por ejemplo, hay que definir el rol que las enseñanzas teatrales puedan tener en la Educación Infantil o Primaria, considerando experiencias de otros países. Esa normativización debiera ir acompañada de una “normalización”, es decir de un proceso de incorporación de disciplinas y asignaturas en los niveles considerados. Y las medidas pensadas para el subsistema formal, o reglado, debieran tener su correlato normativo en el campo de los procesos no formales.
En segundo lugar, resulta especialmente urgente la creación de redes y estructuras de colaboración y cooperación entre los diferentes agentes que le son propios al campo de la educación teatral para el desarrollo conjunto de programas y para establecer vínculos con los restantes agentes del sistema teatral, de modo que la educación teatral se vincule con procesos de creación e innovación. Cada día se hace más necesaria la elaboración de mapas que permitan inventariar los recursos de todo tipo en un determinado territorio, especialmente importantes en el campo educativo.

En tercer lugar quisiera señalar tres retos que considero especialmente transcendentales en relación con el rol que las escuelas superiores de arte dramático deben jugar como un elemento substantivo en el sistema teatral, y en el ámbito de la educación específica. Serían:

  1. Incidencia. Es muy importante que la formación teatral responda con eficiencia, rigor y eficacia a las necesidades del tejido teatral, pero también que sepa generar nuevas necesidades en otros sectores y ámbitos, en otros campos de actividad, derivando de una verticalidad extrema a una mayor transversalidad.

  2. Calidad y legitimidad. Creación de referentes. Se trata de cuestiones fundamentales, de retos determinantes. La exigencia de calidad deriva de los efectos que ésta pueda tener en el desarrollo del sistema teatral y en la legitimidad de la enseñanza y del sistema. De esa forma se pueden crear referentes, para la enseñanza y para la creación.

  3. Investigación, en tanto los centros de formación deben alimentar programas de desarrollo e innovación vinculados con la creación (I+i+C), con la animación, con la educación, y en direcciones múltiples, pues tan innovador puede resultar la puesta en escena de un espectáculo utilizando determinadas técnicas, como animar un proyecto de desarrollo social y comunitario a partir de la recuperación de una determinada celebración con elementos dramáticos y teatrales. Claro que eso exige, en primer lugar, programas de formación de investigadores y dotaciones para que los centros puedan desarrollar los procesos propios de los programas. Insistimos en la importancia de desarrollar proyectos de investigación, innovación y creación (I+i+C) vinculados con ámbitos diversos.

Son retos básicos, los fundamentales, aunque pueda haber otros. Pero tal vez el fundamental sea el referido a la necesidad de alcanzar un pacto por la cultura y el teatro entre todos los agentes del campo, para operar en la misma dirección y sin esas tendencias a la desafección que tan perjudiciales pueden resultar, también para evitar que esa crisis global acabe por eliminar los pilares sobre los que construir una sociedad más libre, justa, solidaria y sostenible, y que no son otros que la educación y la cultura.

4. CONCLUSIONES

En su preámbulo, la Ley de Ordenación Educativa señala que “el sistema educativo español debe acomodar sus actuaciones en los próximos años a la consecución de estos objetivos compartidos con sus socios de la Unión Europea. En algunos casos, la situación educativa española se encuentra cercana a la fijada como objetivo para el final de esta década. En otros, sin embargo, la distancia es notable”. En efecto, la distancia en lo que atañe a la enseñanza superior es escasa en unos casos, como pueden ser los estudios universitarios, y notable en otros, como en el caso de las enseñanzas artísticas superiores. Por eso, tal vez, el Ministerio de Educación debiera acometer, sin prisa pero sin pausa, las iniciativas que señalamos, todas tendentes a lograr una cada vez más necesaria convergencia con Europa en materia de enseñanza teatral:

  • Elaboración de plan razonable para la adscripción e integración de las enseñanzas artísticas superiores en la universidad.

  • Realización de un estudio, en los niveles estatal y autonómico y de forma conjunta, para analizar la incorporación progresiva de las enseñanzas teatrales en la enseñanza obligatoria. Regularización, en esa dirección, de la docencia de Expresión dramática en infantil y primaria y de Expresión teatral en secundaria.

  • Regulación de una vía específica en el bachillerato de artes para arte dramático, y consideración de la materia denominada Expresión teatral en el bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales.

  • Creación de la especialidad de Expresión dramática en el Cuerpo de Maestros y de la especialidad de Expresión teatral en el Cuerpo de Profesores de Secundaria.

  • Puesta en marcha de la Familia Profesional de las Artes Escénicas (o Artes del Espectáculo) y diseño de ciclos formativos en el área de la tecnología del espectáculo y de la animación teatral.

Esa sería una manera de iniciar el proceso para la regularización de las enseñanzas teatrales en toda su extensión y en consonancia con todas sus potencialidades educativas y considerando la necesaria convergencia con Europa, para, entre todos, iniciar un camino que a medio plazo nos lleve a un territorio diferente, aquel en que las enseñanzas artísticas puedan desarrollar todas sus potencialidades en los más diversos campos, desde la formación integral a la transición a la vida activa. Queda por explorar, ciertamente, todo el territorio de la educación teatral no formal y abierta, igualmente trascendental, y del mismo nos ocuparemos en breve.

 

 

espacio en blanco

 

 

 

 


Logo Ministerio de Cultura. INAEMespacio en blancoLogo CDT


Don Galán. Revista audiovisual de investigación teatral. | cdt@inaem.mecd.es | ISSN: 2174-713X | NIPO: 035-12-018-3
2012 Centro de Documentación Teatral. INAEM. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de España. | Diseño Web: Toma10

Portada   |   Consejo de Redacción   |   Comité Científico   |   Normas de Publicación   |   Contacto   |   Enlaces