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7. RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

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7.9 · La Barraca. Teatro y Universidad. Ayer y hoy de una utopía. Catálogo de la exposición, Madrid, Sociedad Estatal de Acción Cultural, 2011, 175 pp.

Por María Bastianes.
 

 

Portada del libro


La Barraca. Teatro y Universidad. Ayer y hoy de una utopía. Catálogo de la exposición, Madrid, Sociedad Estatal de Acción Cultural, 2011, 175 pp.

María Bastianes


Cuando en el año 2006 Acción Cultural Española (AC/E) decide conmemorar los 75 años de la proclamación de la Segunda República, lo hace a través del homenaje a una de las empresas culturales más importantes llevadas a cabo durante dicho régimen: La Barraca. Dirigida por Federico García Lorca y Eduardo Ugarte Pagés, La Barraca fue uno de los grandes hitos de la historia del teatro universitario en España. Para rememorar la labor de aquellos estudiantes que habían acercado el teatro clásico a la gente de los pueblos, en el año 2006 AC/E encargó a César Oliva Olivares la dirección de una nueva iniciativa cultural que seleccionara a un grupo de Aulas de Teatro universitarias actuales dispuestas a llevar sus montajes por las rutas de La Barraca.

La buena acogida de la propuesta determinó que la experiencia se repitiera en los años sucesivos bajo el nombre de “Las Huellas de la Barraca”. En 2011 y por iniciativa del Instituto de Teatro de Madrid de la Universidad Complutense (ITEM), Las Huellas de La Barraca organizó una edición especial que conmemoraba la relación de La Barraca con la Universidad Central de Madrid (actual Universidad Complutense). Para esta ocasión, se añadió al habitual programa de representaciones en localidades, centros penitenciarios y festivales, una exposición realizada en conjunto con el ITEM y comisariada por su director Javier Huerta Calvo, al frente de un equipo de estudiantes del Máster de Teatro y Artes Escénicasde la Universidad Complutense. Fruto de esta muestra es el libro-catálogo que motiva la presente reseña.

En consonancia con su temática, La Barraca. Teatro y Universidad. Ayer y hoy de una utopía se concibió como una muestra itinerante, pedagógica y teatral. El material expositivo se organizaba en seis módulos que simulaban seis maletas y baúles de actores ambulantes. A través de estos seis módulos se ofrecía un recorrido por la historia, no sólo de aquella Barraca de García Lorca, desaparecida durante la Guerra Civil, sino también de las seis ediciones de esta nueva Las huellas de La Barraca. A modo de maleta total, el libro-catálogo “empaca” aquellos seis módulos que conformaban la exposición: “La Barraca echa a andar”; “Quiénes fueron los ‘barracos’”; “La Barraca en la Universidad de Madrid”; “Los nuevos cómicos de la legua”; “El fin de un sueño” y “La Barraca vuelve a los caminos de España”.

El libro se inicia con una introducción a cargo de Javier Huerta que ubica La Barraca en su contexto histórico-social y resalta el carácter utópico del proyecto; se creía ver en el teatro una potente herramienta educativa.

El primer capítulo, “La Barraca echa andar”, describe sus orígenes: el por qué del nombre y la insignia, los principales promotores y detractores, el empeño puesto en rescatar a los clásicos. Se reivindica su condición de empresa colectiva y, así, se hace mención al rol determinante de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos en el surgimiento de la compañía y al impulso y defensa que desde el ámbito de la política llevó a cabo Fernando de Los Ríos. Se rescata, además, la figura de Eduardo Ugarte, encargado, junto con Lorca, de la dirección.

El segundo capítulo, “Quiénes fueron los ‘barracos’” pasa revista a algunos datos biográficos de los integrantes. El capítulo ofrece también varias anécdotas sobre el proceso de selección y la relación entre los “barracos”.

“La Barraca en la Universidad de Madrid” trata sobre la presencia de la Barraca en la Universidad Central de Madrid, de donde provenían la mayor parte de los miembros de la compañía. El apartado se centra en el primer montaje de La Barraca, el auto de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, que se presenta en el Paraninfo de San Bernardo de la Universidad a fines de octubre de 1932.

A continuación, el capítulo “Los nuevos cómicos de la legua” muestra otra faceta de La Barraca: su labor pedagógica al llevar la magia de los clásicos a los pueblos. Se incluye un mapa con las rutas seguidas y el repertorio, y una lista con el elenco y equipo artístico de cada uno de los montajes. Una serie de fragmentos de prensa comentados ilustran las reacciones que suscita la iniciativa en los diversos sectores de la sociedad.

El asesinato de Lorca y los últimos estertores de la Barraca hasta su final disolución es el tema que ocupa “El fin de un sueño”. El capítulo vuelve a hacer hincapié en el carácter colectivo y eminentemente teatral de la empresa. Se mencionan los “barracos” caídos en uno y otro bando de la Guerra Civil, las peripecias de los que tuvieron que irse y de los que se quedaron, el recuerdo en todos de una experiencia única.

El penúltimo apartado, dedicado a la historia de las “nuevas Barracas”, presenta dos textos de César Oliva. El primero es una breve crónica del proyecto Las Huellas de la Barraca, desde su creación con el nombre de “Las Rutas de la Barraca” en el año 2006. César Oliva hace un repaso de los grupos universitarios participantes, las rutas seguidas, la temática y las obras escogidas en cada nueva edición. El segundo texto es el discurso de agradecimiento que el estudioso pronunció durante el acto de entrega del Premio Dionisios para proyectos teatrales con proyección social, otorgado por el Centro Unesco de la Comunidad de Madrid en 2010. En aquella ocasión, César Oliva señalaba que el interés por formar un nuevo tipo de público, una de las principales obsesiones de García Lorca al poner en marcha La Barraca, fue también el motor que impulso su propio proyecto.

Para terminar, en todo viaje teatral no podía faltar una representación. El catálogo incluye el texto Las maravillas del Retablo o El Retablillo de La Barraca, creación conjunta de Javier Huerta y César Oliva. Esta pequeña obra, interpretada por estudiantes del Máster de Teatro, fue pensada especialmente para “deshacer las maletas” en cada nueva inauguración de la muestra itinerante.

En cuanto al formato, el equilibrio entre texto e imagen hace ameno y ágil el recorrido por el libro. Cabe mencionar la acertada selección de fotos de archivos, algunas muy curiosas e, incluso, divertidas. Al final del libro, además, se propone una nutrida bibliografía que permite ampliar los conocimientos sobre el tema a los interesados.

Para aquellos que se han perdido la muestra, el libro-catálogo La Barraca. Teatro y Universidad. Ayer y hoy de una utopía se ofrece como un viaje de imágenes y fragmentos por la historia de La Barraca y de sus huellas. Para los que han tenido la fortuna de visitarla, una bella maleta de papel donde atesorar el recuerdo.

 

 

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