logo Centro de Documentación Teatral
Logo Don Galan. Revista Audiovisual de Investigación Teatral
imagen de fondo 1
imagen de fondo 2
NÜM 4

PortadaespacioSumario

espacio en blanco
2. VARIA

Logo Sección


2.4 · Lo absurdo en El desvarío de Jorge Díaz


Por Eman Ahmed Khalifa
 

 

3.3. Lo absurdo del tiempo y del espacio

El tiempo y el espacio son dos características que en el teatro del absurdo van íntimamente relacionadas con los personajes, quienes se transforman en sus esclavos, convirtiéndose en marionetas que repiten diariamente los mismos comportamientos y dicen las mismas palabras. El tiempo es uno de los puntos clave tratados en el teatro del absurdo. “La preocupación del escritor por la existencia absurda del hombre le lleva también a expresar su inquietud por el tiempo” (Aguilú de Murphy, 1989, 43). Jorge Díaz es uno de los escritores del teatro del absurdo que manifiesta esta inquietud en toda su producción dramática y, por lo tanto, también en El desvarío. La estática de los personajes de la obra provoca en el espectador la sensación de entrar en una esfera donde el tiempo no está claro y esta idea es reforzada por varios elementos, el lenguaje es uno de ellos:

Voz en off.– No me empieces el día haciéndome preguntas tan difíciles.
Andrés.– ¿Tú crees que estamos empezando el día?
Voz en off.– Eso me parece.
Andrés.– ¿Por qué lo crees?
Voz en off.– Porque acabo de bañarme.
Andrés.– ¿Sólo te bañas por las mañanas?
Voz en off.– Sabes muy bien que a veces lo hago por la tarde. (Díaz, 2001, 4).

Notamos que, desde el principio de la obra, los personajes no saben en qué momento del día o de la noche están y, por lo tanto, hablan de días y semanas, de ayer y hoy, sin que ello se concrete en un día, mes o estación específicos. El tiempo pierde su importancia y significado. Los personajes de El desvarío insisten constantemente en mostrar su desinterés por él. Soledad aclara francamente que detesta los relojes, es decir, no le importa situarse en el tiempo o momento correcto para comportarse como un ser humano normal. Sole le dice a Andrés: “No sé qué hora es. Ya sabes que no tengo relojes. Los odio” (Díaz, 2001, 6). El personaje ya se ha convertido en un fantoche que actúa absurdamente su papel en el gran teatro del mundo.

A lo largo de la obra, todos los personajes no dejan de expresar que viven en un mundo sin tiempo, sin ser conscientes de cuánto tiempo ha pasado ni en qué día están. El siguiente diálogo nos aclara perfectamente esta idea:

Andrés.– Eso significa, sencillamente, que es de noche.
Sole.– ¡Estás loco! Yo dormí toda la noche. Me acabo de levantar.
Andrés.– Debes haber dormido todo el día.
Sole.– […] puede ser de noche, puede ser de día. Puede que estés volviendo a casa o te estés yendo. ¡A la mierda este asunto” ¿A quién le importa!...
¡Vamos, que no es para tanto! Voy a preparar un café. (Díaz, 2001, 7).

Aunque no hay escapatoria posible contra el tiempo, los personajes del teatro del absurdo pretenden hacer caso omiso de él, porque saben que el mero hecho de enterarse de que el tiempo existe es motivo de dolor y sufrimiento. Es decir, en las obras absurdistas, el tiempo es utilizado por el personaje como un medio de evadir la realidad que le molesta. En otra escena, Andrés le dice a Sole: “Si no he estado afuera 10 años quiere decir que he envejecido de ayer a hoy.” (Díaz, 2001, 9). Esa preocupación impulsa al hombre a luchar por tratar de vencer a un tiempo que se le presenta aplastante y devorador.

Porque el personaje absurdista es, por naturaleza, incapaz de afrontar el porqué de la vida humana y le cuesta mucho aceptar la idea de la muerte, aunque acude a ella muchas veces para terminar con su sufrimiento terrenal, no le gusta saber cuánto tiempo ha pasado por tenerle miedo. Roberta lo expresa de esta forma: “Todos tenemos las horas contadas. Por eso odio los relojes” (Díaz, 2001, 40).

En cuanto a la ruptura de las unidades aristotélicas de tiempo, espacio y acción, el teatro del absurdo va más allá y confunde el pasado con el presente y el futuro. Observamos el siguiente diálogo:

Lucas.– Vamos a llegar tarde a la estación. El tren de las cuatro y media sale a las tres.
Roberta.– ¿De qué estación?
Lucas.– No sé si de la primavera, verano, otoño o invierno. (Díaz, 2001, 44).

Cada palabra en este diálogo nos pone de relieve que estamos ante una flagrante pérdida de conciencia del tiempo y también del espacio: Roberta pregunta a Lucas por el espacio, que es la estación del tren, mientras que él le contesta grotescamente refiriéndose al tiempo, las estaciones del año. Es más, no puede determinar en qué estación del año están. Sólo en el teatro del absurdo el pasado se confunde con el presente y con el futuro, o mejor dicho, “la acción y el tiempo saltan para atrás y para adelante” (Castedo-Ellerman, 1982, 139).

El espacio en el teatro del absurdo y, en especial, en la obra de Jorge Díaz no tiene la misma importancia que el tiempo o los personajes. Su función se limita a reforzar la concepción de lo absurdo en la obra:

Sole.– […] voy a vestirme.
Andrés.– ¡Si entras el dormitorio de ese hombre en calzoncillo, te mato!
Sole.– No seas tontito, sabes que hay dos dormitorios.
Andrés.– ¿En serio? No lo sabía.
Sole.– Después de vivir aquí quince años, ya era hora de que lo supieras. (Díaz, 2001, 32).

El dramaturgo dibuja a unos personajes que se mueven en círculos cerrados, repitiendo actos y palabras que no tienen otra función que la de llenar un tiempo vacío. En estos personajes se da un cierto grado de abstracción, puesto que no aparecen subordinados a las coordenadas de espacio y tiempo. Por eso, “se les puede considerar como entes alegóricos que representan una imagen deformada del ser humano, mostrando sus instintos animales y salvajes” (Aguilú de Murphy, 1989, 71).

 

 

espacio en blanco

 

 

 

 


Logo Ministerio de Cultura. INAEMespacio en blancoLogo CDT


Don Galán. Revista audiovisual de investigación teatral. | cdt@inaem.mecd.es | ISSN: 2174-713X | NIPO: 035-12-018-3
2014 Centro de Documentación Teatral. INAEM. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de España. | Diseño Web: Toma10

Portada   |   Consejo de Redacción   |   Comité Científico   |   Normas de Publicación   |   Contacto   |   Enlaces