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NúM 6
1. MONOGRÁFICO
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1.8 · ESTRATEGIA DE ANTONIO BUERO VALLEJO PARA LA HISTORIA ORAL:
DESMANTELAMIENTO DEL MECANISMO IDEOLÓGICO DEL ESTADO EN LA DOBLE HISTORIA DEL DOCTOR VALMY


Por Junko Okamoto
 

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ESTRUCTURA DRAMÁTICA DE VARIAS CAPAS

Narración del doctor Valmy

La estructura dramática de La doble historia del doctor Valmy contiene varias capas complicadas. Barry Jordan indica que esta obra funciona en varios niveles distintos espacial y temporalmente, y los clasifica como sigue:

En el primer nivel tenemos el presente de la clínica del doctor Valmy, donde la secretaria escribe lo que dicta el doctor; el segundo es el pasado de la misma clínica, donde escucha Valmy a sus pacientes y así recoge informaciones que utiliza en el primer nivel; en el tercero encontramos la dramatización o representación de las historias de los pacientes, o las escenas de su vida privada y pública. (Jordan, 1995, 27).

Deberíamos añadir ciertos puntos a la clasificación de Jordan, pero los trataremos más adelante; aquí discurrimos conforme a la suya.

En el primer nivel, el público ve el proceso mediante el cual el doctor Valmy crea su narración en tiempo real. En el segundo nivel se reproduce lo que dicta el doctor a la secretaria, a saber, las narraciones creadas por el doctor. En el tercero se dramatiza lo que cuentan los clientes de Valmy, Daniel y su mujer, Mary. Allí parece que los autores de dramas son quienes cuentan: Daniel y Mary, pero el autor que crea las escenas de terapia del segundo nivel es Valmy y por eso en realidad el tercer nivel es también la creación del doctor. Es decir, salvo el primer nivel, en el que dicta el doctor a su secretaria, todos son los que ha creado el doctor. Como Jordan indica, “vemos confirmado el poder de Valmy para controlar el transcurso del tiempo del drama y comentar las acciones” (Jordan, 1995, 26). El objetivo del dictado de Valmy es escribir un libro y literalmente es el autor que puede controlar libremente su historia. Podemos decir que su narración abarca todas las narraciones y es dominante. Nos convence el que algunos estudiosos llamen a Valmy “portavoz” o “alter ego” de Buero Vallejo, quien domina la obra.

A propósito, lo que ve el público en la apertura es una pareja con traje de etiqueta. Ellos niegan completamente la autenticidad de la narración de Valmy, el autor de todas las narraciones como mencionado antes. Vamos a empezar este trabajo analizando el rol de la pareja.

 

Rol del prólogo de la pareja

Antes de alzarse el telón aparecen una Señora en traje de noche y un Señor de esmoquin. Por su apariencia parece que son presentadores o que recitan un prólogo. Los dos niegan la credibilidad de la historia que va a contarnos el doctor [Fig. 1]. Voy a citar su papel, a pesar de su extensión, porque es muy importante:

SEÑOR.‒ Queridos amigos...
SEÑORA.‒ Conocemos la historia que les van a contar.
SEÑOR.‒ Antes nos la han contado a nosotros.
SEÑORA.‒ Es falsa.
SEÑOR.‒ Falsa o, por lo menos, muy exagerada.
SEÑORA.‒ Y no han sido ustedes congregados aquí para creerse nada, sino para pasar un rato agradable...
SEÑOR.‒ Ya saben cuál es la manera: gozar de lo que se nos cuenta sin llegar a creerlo. Queremos recordárselo, porque siempre puede haber algún ingenuo dispuesto a dar por ciertos los mayores desatinos.
SEÑORA.‒ O personas que conserven una reprobable afición al melodrama.
[...]
SEÑOR.‒ Por si las hay entre ustedes, les repetiremos algo muy sabido: todo el que cuenta una historia la recarga.
SEÑORA.‒ Y la aproxima: siempre parece como si hubiese sucedido a nuestro lado.
SEÑOR.‒ Eso también debemos dejarlo claro. Si sucedió algo parecido no fue entre nosotros. Esas cosas tal vez pasen, si pasan, en tierras aún semibárbaras...
SEÑORA.‒ En algún país lejano.
SEÑOR.‒ Permanezcan, pues, tranquilos, ya que la historia, probablemente falsa, nos llega además de otras tierras y no nos atañe.
SEÑORA.‒ Y sobre todo, conserven la sonrisa. En el mundo hubo y hay todavía muchas desgracias; pero, a costa de ese precio, hemos aprendido a sonreír.
SEÑOR.‒ Y la sonrisa es el más bello hallazgo de la humanidad. ¡No la pierdan!
SEÑORA.‒ No la pierdan nunca. (Buero Vallejo, 1996, 53-54).

Al salir la pareja, vemos a Valmy, que está a punto de dictar la segunda historia a la secretaria. Resulta que a esa segunda historia es a la que llama la pareja “falsa” o “muy exagerada”. No obstante, al principio, el público no entiende bien la relación entre lo que habla la pareja y la segunda historia que va a empezar a narrar el doctor. Es una historia sobre la tortura ejercida por la policía y la tragedia de la familia Barnes causada por la tortura. Como se ha dicho antes, en el año 1964, cuando Buero escribió esta obra, todavía persistía la depuración de la posguerra. Juan L. Sopeña señala en su libro España, los 40 años de Franco que se propagaba entonces la idea de que había que filtrar España y para eso era necesario ajusticiar a los que no se regeneraban (Sopeña, 1977, 77)4. La historia de la policía y la tortura que narra Valmy debería ser sentida por el público como muy familiar y no como la de “algún país lejano”. El prólogo de la pareja con uniforme de gala intenta ocultar la ejecución de torturas e impedir al público relacionar la escena con la sociedad española de entonces.

Las palabras de la pareja tendrían, pues, dos funciones. Una es la opresión, que reprime a la gente y les hace callar la verdad para proteger su vida. Otra es la ideología5, que hace que la gente niegue la tortura y la violencia de la autoridad. Para analizar el rol de la pareja y la obra en su conjunto, parece muy útil avanzar la discusión partiendo de la teoría de Louis Althusser, quien desarrolló la teoría marxista del Estado y agregó una teoría nueva:

Para hacer avanzar la teoría del Estado es indispensable tomar en cuenta no sólo la distinción entre poder del Estado y aparato del Estado, sino también otra realidad, que se sitúa de modo manifiesto junto al aparato del Estado y no se confunde con él. Llamaremos a esta realidad por su concepto: aparatos ideológicos del Estado. (Althusser, 189)6.

Más adelante veremos más detalles de dichos aparatos. Ahora veamos la parte que se puede aplicar a la discusión de La doble historia del doctor Valmy:

Todos los aparatos del Estado funcionan a la vez mediante la represión y la ideología, con la diferencia de que el aparato (represivo) del Estado funciona de modo preponderante mediante la represión mientras que los aparatos ideológicos del Estado funcionan sobre todo mediante la ideología. (Althusser, 192).

¿Por qué en la apertura aparece en primer lugar la pareja, que comunica a los espectadores la ideología del Estado? ¿Cuál es la intención de Buero Vallejo? La primera razón que se nos ocurre es la de engañar a los censores. El dramaturgo sitúa a la pareja en el exterior de la narrativa de Valmy, que es el autor de varias narraciones, y subraya que la narrativa de Valmy, o sea esta obra misma, es mera ficción. Al mismo tiempo, haciendo a la pareja desmentir completamente lo que narra el doctor, Buero nos da una impresión de que la obra no se rebela contra el Estado.

Por otra parte, sin embargo, se desmantela la función ideológica de las palabras de la pareja. En la parte segunda se aclara que la Señora y el Señor no son presentadores, sino pacientes del psiquiatra Valmy. Resulta que son protagonistas de la primera historia que ha narrado Valmy. Si recordamos bien, cuando la pareja termina de decir al público su mensaje y sale de la escena, la secretaria le pregunta al doctor si quiere dejar de dictar. El doctor contesta: “[e]s que estaba recordando...” (54), y la secretaria repite la última parte que ha escrito con signos, “la primera historia ha terminado” (54). A saber, se sugiere que el doctor estaba recordando que la primera historia había terminado, como hemos visto justo antes. Pero es difícil que los espectadores supongamos la relación entre la pareja y la primera historia. Tenemos que esperar hasta la segunda mitad de la segunda parte para darnos cuenta de quiénes son realmente la Señora y el Señor. En la escena culminante, donde Mary apunta a su marido Daniel con un fusil, aparece de nuevo la pareja y recrimina de nuevo al doctor diciendo: “¿[e]s que quiere destrozarnos los nervios con sus relatos inverosímiles?” (131). Cuando un enfermero saca a los dos por el lateral, el doctor dice, “[a]sí, como recordará el lector, terminó mi anterior historia” (131). Aquí confirmamos que ellos son pacientes y protagonistas de la primera historia. En consecuencia, se revela que las palabras con la función de ideología estatal son en realidad las de los dementes.

La ideología nunca dice “soy ideológica” (Althusser 202) y “no resulta inmediatamente visible” (Althusser 190). Terry Eagleton también caracteriza la ideología como se cita a continuación:

Un poder dominante se puede legitimar por sí mismo promocionando creencias y valores afines a él; naturalizando y universalizando tales creencias para hacerlas evidentes y aparentemente inevitables; denigrando ideas que puedan desafiarlo; excluyendo formas contrarias de pensamiento, quizá por una lógica tácita pero sistemática; y oscureciendo la realidad social de modo conveniente a sí misma. (Eagleton, 2005, 24-25).

Entonces, si las palabras de la pareja funcionaran como ideología para ocultar la realidad de una sociedad que admite torturas, no debería hablarse en voz alta. Buero, a través de las personas elegantes que pronuncian palabras claramente ideológicas, caricaturiza la ideología del Estado y la hace visible. La ideología obviamente revelada ya no sirve como ideología. Lo que trata de hacer Buero es mostrar al público la ideología del Estado con claridad y liberarles de la dominación ideológica. Y también, con la tramoya del rol de la pareja –dos personas exquisitas que al principio parecen estar fuera de la narrativa de Valmy y la niegan completamente pero que son, en realidad, pacientes que están en el interior de la narrativa del doctor–, Buero quita hábilmente el camuflaje de que la obra sea una pura ficción, y por consiguiente denuncia al Estado que sigue cometiendo el delito de torturar.

Cuando aparece la pareja en la segunda parte, “luz total en la sala donde se encuentra el público” (130), y al sacar el enfermero a los dos por el lateral, “la luz de la sala vuelve a apagarse” (131). ¿Qué efecto tendrá esa iluminación? Algunos estudiosos como Martha Halsey, Luis Iglesias Feijoo y Jordan señalan que es el efecto de inmersión que Buero prefería emplear e interpretan que los espectadores se sienten pacientes que participan en la terapia del doctor Valmy. Es dudoso que los espectadores se sientan pacientes como la Señora en traje de noche y el Señor de esmoquin. Pienso que la iluminación de la sala más bien desvía la atención del público, en lugar de producir la asimilación, y les hace pensar en la sociedad actual en que viven. Los espectadores reconocerán las palabras dirigidas por la pareja como la ideología que utiliza el régimen autocrático para dominar al pueblo, y se preguntarán qué están haciendo en la sociedad que ejecuta torturas o si no están aceptando la verdad como la pareja en la escena. Esa es precisamente la estrategia de Buero. Invirtiendo la relación de poder entre el doctor Valmy y la pareja burguesa, Buero revela el encubrimiento de la realidad por el Estado, y como resultado acentúa la credibilidad de lo que narra Valmy, es decir, la tragedia de la sociedad que practica torturas.

A continuación estudiamos varias narraciones dentro de la narrativa de Valmy.



4 La cita de España, los 40 años de Franco de Juan L. Sopeña, la traduce la autora de este artículo Junko Okamoto del japonés al español.

5 Terry Eagleton señala que el término ideología tiene una variedad de significados y muestra dieciséis definiciones actualmente en circulación: a) el proceso de producción de significados, signos y valores en la vida cotidiana; b) conjunto de ideas característico de un grupo o clase social; c) ideas que permiten legitimar un poder político dominante; d) ideas falsas que contribuyen a legitimar un poder político dominante; e) comunicación sistemáticamente deformada; f) aquello que facilita una toma de posición ante un tema; g) tipos de pensamiento motivados por intereses sociales; h) pensamiento de la identidad; e) ilusión socialmente necesaria; j) unión de discurso y poder; k) medio por el que los agentes sociales dan sentido a su mundo, de manera consciente; l) conjunto de creencias orientadas a la acción; m) confusión de la realidad fenoménica y lingüística; n) cierre semiótico; o) medio indispensable en el que las personas expresan en su vida sus relaciones en una estructura social; p) proceso por el cual la vida social se convierte en una realidad natural (Eagleton, 2005, 19-20). En este trabajo empleo dos significados para la palabra ideología: c) ideas que permiten legitimar un poder político dominante y d) ideas falsas que contribuyen a legitimar un poder político dominante.

6 La cita de “Ideología y aparatos ideológicos del Estado (Notas para una investigación)” de Louis Althusser procede de: https://detemasytemas.files.wordpress.com/2012/01/althusser-1989ideologc3ada.pdf . Cito la paginación conforme a esta fuente.

 

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