4. PRÁCTICAS SITE-SPECIFIC EN EL ESPACIO NATURAL: PERFORMANCE MARÍTIMAS

El paisaje natural es un espacio propicio para la práctica site-specific al ofrecer entornos radicalmente opuestos a las posibilidades de un teatro convencional. La versatilidad del medio natural ofrece infinidad de posibilidades en la conformación de espacialidades para la realización escénica. La prodigalidad de este tipo de intervenciones parece obedecer no solo a razones de índole estética, sino también a las circunstancias coyunturales de la profesión, tal y como explica Óscar Cornago:

el hecho de que estas formas de producción se hayan dado además como reacción a los problemas de la creación dentro de las instituciones dominantes (teatros públicos y grandes festivales), hace que esto pudiera entenderse como una suerte de deserción de ese campo de batalla que son las grandes ciudades. Ante la dificultad de intervenir en estos medios, cuyos espacios y recursos públicos están totalmente organizados y controlados, se impone una toma de distancia desde la que reorganizar las estrategias (Cornago, 2014).

Uno de los entornos exclusivos que ofrece el paisaje natural para el desarrollo de proyectos site-specific es el marítimo. Las dificultades que a priori plantea llevar a cabo una intervención escénica en el mar no son pocas debido a múltiples condiciones de mutabilidad que lo caracterizan, como la inestabilidad del agua, la variabilidad de las mareas, las condiciones climatológicas, entre otras. Todo ello no ha sido óbice para que se hayan llevado a cabo proyectos escénicos como Let the tide in , de Orquestina de Pigmeos, un colectivo experimental especializado en prácticas site-specific. La performance, estrenada en julio del año 2013 en el Penryn Arts Festival, en el condado inglés de Cornwall, tiene una duración de seis horas, el tiempo que tarda en subir una marea. Los espectadores son invitados a participar en un encuentro en el que los ritmos que marca el mar determinan una serie de acciones cotidianas que van acompañadas, a su vez,  de las intervenciones que se han realizado con los propios habitantes de Penryn. Los participantes tienen la opción de decidir durante cuánto tiempo se involucran en la acción de la performance, de manera que pueden marcharse y volver más tarde¹¹. Su participación en la pieza tiene, así, una doble función: no solo se constituyen en agentes activos como parte del proceso creativo, sino que además determinan de manera consciente y voluntaria el progreso de la intervención.

La ola flotante es una pieza coral de música y danza en el agua del laboratorio escénico La Xata La Rifa que se estrenó en la XXXII Mostra de Teatro Cómico e Festivo de Cangas (Pontevedra) en el año 2015. La compañía asturiana diseñó un dispositivo flotante en el que Mónica Cofiño, creadora de la pieza, ejecutaba movimientos dancísticos  mientras la plataforma recorría por mar la distancia de poco más de media milla que hay desde el puerto hasta la playa. A la bailarina se unieron dos performers que sumaron un piano de cola y un violonchelo a la plataforma para acompañar con música en vivo la composición coreográfica. El público, a la manera de un recorrido itinerante, seguía el desarrollo de la pieza a lo largo del paseo marítimo. La plataforma musical, que navegaba por la ría adornada por un círculo de esferas luminosas en el momento del atardecer, generaba un imagen de gran belleza. La ola flotante giró por varios pueblos y ciudades del cantábrico, adaptándose de modo particular a cada paisaje acuático en el que se ha hecho, “un escenario cuya metáfora es que muta continuamente con el medio, así, cada una tiene su propia vida, son únicas” (R. Sotelino, 2015). Cofiño explica que la pieza

presenta un claro posicionamiento y respeto hacia a la idiosincrasia rural, costera y tradicional de los pueblos y ciudades, así como una mirada fresca mostrando trabajos escénicos en espacios menos “culturizados”, menos convencionales, como fuente de inspiración y de acercamiento a públicos no acostumbrados o aislados de los circuitos culturales contemporáneos. […] Como bailarina y apasionada del movimiento crecida siempre a la orilla del mar, encuentro en las olas toda la vitalidad para llevar a cabo este trabajo. Además como científica de la escena, es una emoción inmensa haber generado mi propio escenario para investigar como el movimiento de las olas repercutirán en mi devenir bailado (Cofiño, 2015).

En la edición de este año de la misma Mostra de Teatro Cómico e Festivo se estrenó Agares que buligan gozando ao sol dunha Habaneira que non é, una performance site-specific de la compañía gallega de reciente creación Inherente Teatro, creada en coproducción con el festival cangués. La pieza en cuestión se inicia en el embarcadero del que parten las tres intérpretes para realizar un recorrido por el mar hasta llegar a la Capela do Hospital, una antigua capilla desacralizada en la que se desarrolla casi la totalidad de la performance. Inherente Teatro presenta una realización escénica vinculada a un espacio con el que guarda una profunda relación temática, como explica Afonso Becerra,

Inherente Teatro nos brinda otra experiencia singular, no convencional. Un collage que estiliza la iconografía popular vinculada a la mujer y al mar dentro de una propuesta de Site-specific. Una pieza performativa posdramática, sobre la mujer y el mar, que emerge directamente del agua y transita por el arenal de Cangas para entrar en la Capela do Hospital. El título, Agares que buligan gozando ao sol dunha Habaneira que non é, resume, como título, el estilo híbrido en el que juegan: salir del mar, el nacimiento de Venus, con unas vieiras en los pechos y una explosión de purpurina. La parodia de los youtuber emitiendo, en streaming, un programa de cocina de sushi con los detritos que los turistas dejan en el mar. Las canciones marineras. La situación de precariedad de las trabajadoras del mar... Performance en la que ningún juego es gratuito (Becerra, 2017).

El espectador que entra en la capilla es invitado a comer sushi o a afeitarse en escena, es decir, a convertirse en copartícipe de la pieza. Las estrategias de carácter inmersivo que se despliegan en el juego performático vinculan de manera permanente las acciones que realizan las intérpretes con el entorno marino a partir del cual ha sido concebida la pieza. El olor de las algas, del agua salada o del pescado que se escama y limpia en el interior de la capilla contribuye a generar la atmósfera característica del espacio marítimo natural.

5. CONCLUSIONES

 Tras estas calas a modo de breve muestra sobre la producción site-specific en la escena actual, puede afirmarse que esta ha sido una práctica escénica fecunda en los últimos años, que sigue en auge y constante evolución. El rechazo de la separación entre intérprete y público característica de la disposición del teatro convencional ha motivado a muchos creadores a desplazar sus propuestas artísticas a otros edificios y lugares de la ciudad o del paisaje natural, donde la relación con el espectador y con el espacio adquiere múltiples y ricas posibilidades. La interacción permanente entre ambos permite la intervención del público como agente activo de la pieza, como co-creador. Y es que en la escena actual, “ser tan solo espectadores es una presunción intolerable” (Cornago, 2015: 257).