Logo Don Galan. Revista Audiovisual de Investigación Teatral
imagen de fondo 1
imagen de fondo 2

PortadaespacioSumario

NúM 6
7. RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS
Logo Sección


7.2 · DE PACO, Mariano, Teatro y recepción crítica (Textos españoles contemporáneos), Murcia, Universidad de Murcia, Editum. Teatro, 2017.


Por Helen Freear-Papio
 

 

Ilustración


DE PACO, Mariano, Teatro y recepción crítica (Textos españoles contemporáneos), Murcia, Universidad de Murcia, Editum. Teatro, 2017.

Helen Freear-Papio
College of the Holy Cross

 

Teatro y recepción crítica es el libro mas reciente del gran crítico, estudioso, profesor y defensor del teatro español Mariano de Paco. El presente volumen reúne catorce de sus enriquecedores artículos críticos publicados anteriormente (fechas de publicación desde 1989 hasta 2015) en libros, revistas académicas y ediciones críticas, que juntos nos ofrecen una nítida visión de la historia del teatro español del siglo XX por medio de un enfoque particular: la recepción crítica en el momento del estreno de algunos de los textos más importantes de los grandes dramaturgos del siglo pasado. Mariano de Paco empieza su detallado recorrido por el teatro del siglo pasado con un estudio de los dramas rurales del Premio Nobel Jacinto Benavente y lo termina con la recepción de un montaje nuevo de La taberna fantástica, de Alfonso Sastre, por el Centro Dramático Nacional en 2008.  Teatro y recepción crítica abarca los momentos históricos, políticos y sociales más importantes del siglo pasado en España, empezando con los años turbulentos del primer tercio del siglo, pasando por la Segunda República, la dictadura de Franco y la Transición para terminar en la España democrática. Con unas notas a pie de página muy pormenorizadas, citas largas de reseñas coetáneas, unas fotos estupendas de los montajes en cuestión (en su mayoría del Archivo del Centro de Documentación Teatral) y, por supuesto, el inteligente y mesurado comentario crítico del autor, este libro nos lleva hacia el pasado al mismo tiempo que nos invita a reflexionar sobre cómo este pasado ha influido el teatro de nuestros días.

De Paco abre su libro al principio del siglo XX para reevaluar la producción teatral de Jacinto Benavente, centrándose en un pequeño subgénero dramático específico, su teatro rural: Señora ama (1908), La malquerida (1913) y La infanzona (1945). No es de sorprender que los estrenos de las dos primeras obras fueran éxitos redondos, dado que ocurrieron en el momento cumbre de la producción teatral de Benavente. Según De Paco, La infanzona, escrita y estrenada unos treinta años más tarde, “acentúa defectos de textos anteriores […] y es buena muestra del quebranto que supuso la obra benaventina su dilatada prolongación” (29). No obstante, la valoración de esta obra por los críticos coetáneos en su estreno fue positiva y mostró el gran respeto que tenían el público y los críticos por el ya anciano dramaturgo; un respeto que todavía merece, según De Paco.

En los capítulos dos a cinco, sirviéndose de unas obras de Rafael Alberti, José María Pemán y Alejandro Casona, De Paco esboza el estado del teatro español durante la Segunda República y señala el deseo, por parte de una nueva generación de escritores, de renovarlo. Empecemos con Alberti. ¿Cómo se puede renovar el teatro sin perder al público? Este fue el gran desafío de los vanguardistas y la reacción crítica a dos obras de Alberti encapsuló la dificultad de esta tarea. En cuanto a la recepción de El hombre deshabitado (1931), los críticos reconocieron y alabaron la ruptura formal con el teatro anterior, es un auto sacramental invertido, pero muchos rechazaron su contenido por ser pueril e inculto. No obstante, observaron que la obrahabía atraído a un nuevo público joven al teatro, un público que apreciaba los cambios (había también, por supuesto, un gran número de espectadores más tradicionales que no lo apreciaba) y un público tan políticamente comprometido como el autor. Su próximo estreno, Fermín Galán (1931), no gozaría de tanto éxito. Basándose en un evento trágico, la ejecución de Fermín Galán, un capitán-héroe de la República en 1930, la obra fue criticada tanto por los críticos de izquierda como los de derechas por su proximidad a los acontecimientos históricos y por la politización de la figura de la Virgen María. El estreno fue interrumpido constantemente por gritos y abucheos y el intento de montar un romance de ciego en un teatro burgués fue un gran fracaso.

En el otro lado del espectro político, José María Pemán estrenó su drama histórico en verso El divino impaciente en 1933. El autor negó las implicaciones políticas de su texto, pero se puede verlas en este drama religioso y conservador que sigue la vida de San Francisco Javier, desde su educación jesuita hasta su trabajo misionero en Oriente. No obstante, aún en el ámbito laico de la Segunda República, hubo público para esta obra y fue aprobada y alabada por los críticos de derechas. La prensa de izquierdas reconoce su valor poético, aunque critica su falta de acción. De Paco concluye su estudio diciendo que “la distancia temporal favorece ahora una ponderada atención al escritor que lo sitúe en el lugar que le corresponde en nuestra historia literaria” (74).

En 1933, un joven Alejando Casona ganó el Premio Lope de Vega por su obra La sirena varada, un drama de personajes que no quieren enfrentarse con la realidad e inventan otra. Mezclando realidad y fantasía, Casona logró hacer con su nuevo estilo dramático lo que no podía Alberti: hacer que el público se relacionara con lo que veía en las tablas. Las únicas quejas de los críticos sobre la obra se atribuían a la juventud e inexperiencia del dramaturgo. Como concreta Mariano de Paco, “Alejandro Casona logró […] conectar con el espectador y, con La sirena varada, forjar las bases de una eficaz producción dramática, en una necesaria línea renovadora […] que ocupa un lugar muy estimable en la historia del teatro español del siglo XX” (85).

En el siguiente artículo, “El grupo Arte Nuevo y el teatro español de postguerra”, De Paco nos sitúa en los años turbulentos inmediatamente después de la Guerra Civil. Es un estudio de la importancia de un grupo de jóvenes escritores, Alfonso Paso, Enrique Cerro, Carlos José Costas, Medardo Fraile y Alonso Sastre y su grupo Arte Nuevo,fundado en 1945, con el fin de continuar la renovación teatral y abrir un nuevo camino en el teatro de vanguardia. Arte Nuevo empezó su batalla con el teatro del status quo con unas conferencias académicas sobre el estado actual del teatro y sus ideas para renovarlo. Después, los jóvenes pusieron sus teorías en práctica y montaron una serie de obras experimentales en un acto. Reconocían que, para que su teatro innovador tuviera éxito, necesitaban un público inteligente y críticos convencidos de su estrategia. Como Arte Nuevo no podía estrenar en los teatros comerciales por motivos económicos, el grupo nunca recibió ni el público ni el apoyo crítico que tanto buscaba. En su meritorio estudio que rescata del anonimato a este grupo vanguardista, De Paco cita en detalle sus manifiestos teatrales, como “Teatro experimental” de Sastre, por ejemplo, y alaba sus esfuerzos renovadores en un momento difícil de la historia.

Los siguientes dos artículos tratan la recepción crítica de algunas de las obras escritas durante la dictadura de Franco, bajo censura, del gran maestro del teatro español del siglo XX, Antonio Buero Vallejo. De Paco inicia su análisis con el estreno en 1952 de La tejedora de sueños. Es fascinante leer ahora las reseñas de esta obra escritas bajo censura y de Paco las organiza perfectamente para que nos narren su historia casi increíble. Descubrimos que ni los censores ni los críticos entendieron el alcance de la crítica de la actualidad contenida en el texto. Ignoraban su mensaje antibélico y la asombrosa rebelión de Penélope y se centraban sus críticas en la, según ellos, inoportuna revisión del mito, la vuelta del héroe y la tragedia romántica que resulta. De Paco continúa su exposición evaluando la censura y la recepción crítica de las obras históricas buerianas escritas bajo dictadura: Un soñador para un pueblo (1958), Las Meninas (1960), El concierto de San Ovidio (1962), El sueño de la razón (1969) y La detonación (1977). Nos recuerda la doble meta del teatro histórico de Buero: “la de recuperar un ayer, por conflictivo, olvidado, y la de reflexionar sobre acciones y comportamientos que, por ser inherentes al hombre o a la sociedad, son intemporales” (123). Para cada obra, De Paco explica cómo fue la censura a la que fue sometida y cita de las reseñas coetáneas. De este grupo de obras se destaca la historia de La detonación, que recibe su propio capítulo en el presente estudio. Una obra abiertamente política, llegó al escenario justo antes del final oficial de la censura. Existe el libreto censurado de la obra y se ve en ello un interés en suprimir referencias a exiliados, a la muerte del tirano y a otras exigencias políticas como la de una nueva Constitución. Tuvo buena acogida por el público, pero dividió a la crítica: unos vieron solo sus “mezquinas descalificaciones” (142), mientras otros lo alabaron por revelar los paralelos entre el momento histórico del suicidio de Larra y el presente. ¿Ha perdido el gran maestro la materia prima de su dramaturgia con el fin de la dictadura? Algunos críticos opinan que sí, otros ven un teatro que se adapta a su nueva realidad.

El estreno de La detonación marca el comienzo de un momento muy difícil en la historia del teatro español y con su artículo “El teatro español en la transición: ¿Una generación olvidada?” Mariano de Paco quiere subrayar la desatención hacia los dramaturgos vivos en los primeros años tras la muerte de Franco (tantos los autores jóvenes como los más mayores). De Paco describe cómo “el olvido engendra el desconocimiento. Y esa generación […] ha padecido estos males por la conveniencia de borrar un incómodo recuerdo del pasado” (157). Explica la querella en el mundo teatral de la transición entre los que querían “nuevos autores para una nueva sociedad (haciendo tabla rasa del pasado) y los que […] creían que mucho era salvable y que era necesario atender a estos escritores” (148). De Paco se centra este estudio en la crítica de las obras de Buero Vallejo, Domingo Miras y Martín Recuerda estrenadas en aquellos años difíciles.

La doble historia del doctor Valmy, de Buero Vallejo, obra escrita y prohibida durante la dictadura, finalmente llegó a las tablas en 1976 y fue un gran éxito. Dos de sus otros dramas, La detonación (1977) y Jueces en la noche (1979), también fueron bien recibidos por el público, pero dividieron a la crítica. De San Pascual a San Gil, de Domingo Miras, y Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipcíaca,de Martín Recuerda, tendrían recepciones muy distintas, condicionadas por el momento de sus respectivos estrenos. De San Pascual a San Gil ganó el premio Lope de Vega en 1975, pero la obra no llegó a los escenarios hasta 1980 y, como observa De Paco, “sufrió las consecuencias del cambio político de la dictadura a la democracia coronada y se creyó inaceptable lo que cinco años antes fue galardonado y apreciado” (152). En cambio, Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipcíaca, sobre la heroína granadina del absolutismo, Mariana Pineda, obra que fue censurada y prohibida bajo Franco, gozó de gran éxito desde su estreno en 1977 hasta su última representación dos años más tarde. El público conectó con el mensaje anti-opresivo y el de la amnistía política y el drama resultó ser muy catártico para el público y los críticos. Desafortunadamente, como señala De Paco, después de este extraordinario triunfo, “siguió el ‘olvido’ al que el autor, como otros, fue relegado hasta su muerte” (160).

Los últimos cuatro capítulos abarcan los años de la democracia hasta el año 2008. Primero, De Paco hace una comparación fascinante de los estrenos, separados por más de 25 años, de La Fundación (1974 y 1999) y de Historia de una escalera (1949 y 2003), de Buero Vallejo, y el volumen se cerrará con un análisis de dos estrenos de La taberna fantástica,de Alfonso Sastre, en 1985 y 2008. Con su ubicación en un lugar no concretizado y enfoque en la oposición entre la opresión y la libertad, La Fundación hizo una conexión directa con el espectador de los últimos años de la dictadura, que vio en la obra los problemas “con los que a diario ha de enfrentarse y a unos asuntos y vivencias que son los suyos” (193). La Fundación salió del proceso de censura en 1973 con la supresión de varios fragmentos y con la explicación de que reflejaba más bien los problemas de la condición humana y no ofrecía una crítica de la política de opresión. La mayoría de los críticos estaban de acuerdo con esta valoración, pero había algunos que veían un consciente mensaje político; un reflejo de la política de la España en los últimos años de la dictadura. En 1999 existía un momento sociopolítico y cultural muy diferente, con libertad de expresión y sin censura, para la representación de La Fundación del Centro Dramático Nacional. En este montaje, el director enfatizó el mensaje existencial de la obra. La obra recibió reseñas positivas por parte de los críticos, quienes aplaudían el genio de Buero para transcender espacio y tiempo y crear obras impactantes con gran alcance universal. Más de 50 años después de su estreno original en 1949, Historia de una escalera volvió a las tablas en 2003, en un momento histórico radicalmente diferente. ¿Cómo iba a ser la reacción en el siglo XXI a una obra tan arraigada en unos momentos específicos de la España de la primera mitad del siglo XX? El público gozó del espectáculo, pero este dividió a los críticos: unos pensaban que el público moderno no podía relacionarse con la obra dada la distancia temporal entre ellos y los momentos presentados en la obra y otros la criticaban por ser simplemente un ejercicio costumbrista. No obstante, la crítica positiva entendió el poder humano universal de la obra. 

La mayoría de las obras de Alfonso Sastre han recibido mucha atención académica tanto nacional como internacionalmente, pero no han llegado, con mucha frecuencia, a los escenarios españoles. Una excepción es La taberna fantástica, que gozó de dos estrenos en 1985 y 2008.  En 1985 se montó la obra en los teatros del Círculo de Bellas Artes, en aquel entonces una sala algo marginada, por un director ligado al teatro independiente, Gerardo Malla y con actores desconocidos. Tuvo un éxito totalmente inesperado porque el público reaccionó favorablemente a su realismo restallante. La producción del Centro Dramático Nacional en 2008, otra vez bajo la dirección de Malla y con unos de los actores originales, tuvo una excelente acogida de los críticos y del público también. Con su ubicación en una taberna de los suburbios y su temática de la violencia contra el prójimo, esta obra sigue conectando con distintas generaciones de espectadores de una manera que no logra hacer Sastre con otras obras suyas.

En Teatro y recepción crítica Mariano de Paco ofrece al estudioso del teatro español un fascinante viaje por las representaciones y reseñas críticas de las obras más importantes de unos de los grandes dramaturgos del siglo XX. Este libro llega a ser mucho más que un compendio valioso y meticulosamente investigado que esboza los momentos más impactantes de la trayectoria del teatro español moderno. Es más bien una cápsula de tiempo que revela al lector una serie de instantáneas que capturan unos momentos sociopolíticos, culturales e históricos únicos de un estreno en particular. Es una lectura mucho más profunda si se lee el libro en su totalidad, trazando así los cambios teatrales que ocurrían a lo largo del siglo XX, pero, igualmente, se puede leer un artículo suelto, aunque así se pierde el poderoso hilo histórico. No es un libro que solo tiene valor para los especialistas de las obras de los dramaturgos incluidos, es un estudio que lleva a cualquier amante del teatro por el tiempo al momento histórico en cuestión y le permite presenciar el espectáculo y escuchar los gritos del público, los abucheos y los aplausos. Le permite leer las reseñas coetáneas, a veces positivas y a veces no, le permite leer los comentarios de los dramaturgos mismos de las autocríticas de sus obras y finalmente le permite ponderar los comentarios tan acertados y valiosos de uno de los grandes estudiosos del teatro español, Mariano de Paco.

 

 

espacio en blanco

Logo Ministerio de Cultura. INAEM
Logo CDT



Don Galán. Revista audiovisual de investigación teatral. | cdt@inaem.mecd.es | ISSN: 2174-713X | NIPO: 035160842
2018 Centro de Documentación Teatral. INAEM. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de España. | Diseño Web: Toma10

Inicio    |    Consejo de Redacción    |    Comité Científico    |    Normas de Publicación    |    Contacto    |    Enlaces