( El teatro en el instituto - I )

En acción: La experiencia (I)

Invitación a la escritura. Más allá del ejercicio de escritura en clase, del hecho de escribir como parte del aprendizaje de la lengua y la literatura, se plantea la cuestión de qué puede aportarles a los jóvenes el hecho de acometer la escritura de una obra dramática. ¿Qué puede mover a unos adolescentes a escribir una obra teatral? Es más: ¿tiene sentido escribir teatro hoy? Esta fue la primera cuestión que se les planteó a los autores dramáticos en estas sesiones, y a ella trataron de responder con diferentes argumentos.  Unos argumentos con los que trataron de motivar a los jóvenes a vivir la experiencia de la creación dramática.

 

Un oficio demandado. La ficción dramática no se limita al teatro. También el cine y la televisión, medios mucho más mayoritarios que el propio teatro, se alimentan de la escritura dramática. Este tipo de ficción tiene un protagonismo innegable en nuestras vidas. Desde esta perspectiva, la pregunta por el sentido que tiene hoy escribir este tipo de literatura tiene una respuesta clara: la propia sociedad la demanda. Y quienes tienen la oportunidad de dedicarse a ella gozan del privilegio de vivir de un oficio enormemente interesante.

Fermín Cabal

 

El teatro como juego. En muchos casos el único acercamiento del joven al teatro es a través de la lectura de textos canónicos o mediante la asistencia a la representación de textos de autores clásicos, que rara vez tienen que ver con su propia realidad. Tal vez la primera idea con la que hay que romper es la de que el teatro se identifica con el estudio, con el esfuerzo, con lo ingrato.
En esta intervención, Jesús Campos reivindica un acercamiento al teatro desde el territorio del juego, desde la posibilidad de ponerse en la piel del otro y de vivir otras vidas, sin ser encorsetado por el rol que la sociedad nos asigna en la vida cotidiana y del que no se nos permite desviarnos. Una transgresión socialmente permitida, un viaje a realidades ajenas del que volvemos algo más libres y con un mayor conocimiento de quiénes somos. Un juego, en definitiva, al que aquí se nos va a invitar a jugar.

Jesús Campos García

Por el propio placer de escribir: este es el argumento con el que Yolanda García Serrano responde a la pregunta de por qué escribe. El hecho de que además este placer pueda convertirse en un oficio lo convierte en una actividad que permite vivir con una gran libertad y con la posibilidad de enfrentarse a realidades nuevas cada día.

Yolanda García Serrano

Dar alas a la creatividad. El teatro nos permite desarrollar nuestro potencial en numerosos aspectos: desde la voz al movimiento, desde el conocimiento de los demás hasta la expresión de nuestras propias emociones.

Pedro Catalán