El actor nació en Montevideo, Uruguay, el 18 de julio de 1931. Siendo muy joven cursó estudios en la Escuela de Arte Dramático de Montevideo y formó parte de la Comedia Nacional Uruguaya, que dirigía Margarita Xirgu. [...] “Era un actor muy inteligente, tenía esa aspiración de grandeza en la actuación, algo que heredó de su insigne maestra, quien marcaba a sus alumnos esa sed de llegar a lo más alto y trascenderse a sí mismos. La misma grandeza la tenía como persona, con su generosidad hacia los compañeros cuando le gustaban, y al tiempo era un cascarrabias, pero entrañable”, comentó ayer desde Buenos Aires el actor argentino Alfredo Alcón, que tenía una profunda amistad con Vidarte desde los años cincuenta. [...] En 1973 Vidarte se exilió en España, poco después de rodar la famosa película de Sergio Renán La tregua, y tras ser amenazado por los ultraderechistas de la Triple A. Su primer trabajo en teatro, en 1974, fue con la obra Hablemos a calzón quitado, de Guillermo Gentile. [...] Sus últimos trabajos, en el CDN han sido Ante la jubilación, de Thomas Bernhardt y dirección de Carme Portacelli, y dos montajes de Gerardo Vera, Madre Coraje, de Brecht, y El Rey Lear, de Shakespeare. El director Lluís Pascual le tuvo como actor fetiche. “Es alguien que me es muy cercano, un actor magnífico y una persona aún mejor, porque podía ser divertido, cáustico, ácido; le miraba y pensaba en Don Latino, por su ironía, su humor, su cariño”, señaló Pascual.
Luego vinieron Martes de carnaval, de Valle-Inclán, dirigida por Mario Gas… (…) También trabajó con José Tamayo y en varios montajes de Eduardo Vasco, como Los vivos y los muertos, de Ignacio García May. “Era probablemente el más humano de los actores que tenemos, ponía toda su humanidad en el asador, lo daba todo y la suya era una gran ración de verdad”, afirmó Vasco. También fue elegido por directores como Francisco Nieva, Helena Pimenta, Laila Ripoll o Emilio del Valle, y compartió escenario con Francesc Orella, quien ayer exclamó desde Barcelona al saber la noticia: “Se ha ido uno de los más grandes”.
Extracto del artículo “Walter Vidarte, la grandeza de un actor”, Rosana Torres,
El País, 30 de octubre de 2011
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De “Gracias, Walter”, Ignacio García May, El Cultural. El Mundo, 11 de noviembre de 2011
Un actor de temperamento
El testimonio de Ignacio García May a propósito de Los vivos y los muertos nos revela a Walter Vidarte como el actor de raza para quien su labor resultaba indisoluble del mundo convulso de sus propias emociones.