Gyenes. Autorretrato con cámara y violín. (Hacia 1960). Biblioteca Nacional de España. Madrid
El tiempo recuperado
Hay fotógrafos, como Cartier-Bresson, que a través de sus fotografías enseñan el mundo tal cual es. Otros, caso de Sebastião Salgado, muestran la realidad desde su perfil menos favorecedor. En otro extremo, Diane Arbus crea una imagen deformada con resultados esperpénticos. Por su parte, Gyenes nos ofrece un espejo mágico en el que nos vemos reflejados tal y como nos gustaría ser.
Nacido en Kaposvár (Hungría, 1912), empezó a trabajar como fotógrafo desde muy joven, tras aparcar los estudios de violín que recibía de su padre, aunque mantendría la pasión por la música durante toda su vida. Reconocido ya su talento como retratista, colaboró con la revista Színházi Élet, y poco más tarde con el New York Times.
En 1940, mientras era corresponsal del rotativo americano en Egipto, decidió viajar a España, donde pensaba pasar un par de semanas. No podía imaginar que los avatares de la política europea le harían instalarse definitivamente en Madrid, donde pasaría el resto de su vida hasta su fallecimiento en 1995.
Frente a una imagen de Gyenes como el fotógrafo casi oficial de la alta sociedad, de la aristocracia e incluso de Franco, él mismo se consideraba ante todo, porque era lo que más disfrutaba, como el fotógrafo del arte, del teatro, de la danza y de la música. Será por esto, y debido a su continúa asistencia a los espectáculos teatrales de Madrid, por lo que llegó a ser considerado el “cronista” más respetado de la escena madrileña.
Cuando Gyenes decía que tenía “auténtica devoción por el teatro, que es la vida ideal”, intuimos que se refería no tanto a un estilo de vida glamuroso y excitante, como al concepto puramente platónico, más allá de la vida pedestre del día a día. Y sin embargo, hoy el valor testimonial de la obra de Gyenes es incalculable. Gracias a su testimonio podemos saber cómo eran los montajes teatrales españoles desde los años 50 hasta los 70. Intangible como es el teatro, es gracias a la labor de grandes maestros como Gyenes como podemos atisbar una fulgurante creatividad escénica, que en muchos casos ha quedado olvidada por el paso del tiempo o, en el mejor de los casos, mitificada por la memoria.
Gracias a su genialidad y constancia, somos capaces de entender y admirar un arte tan efímero como el teatro. Las fotografías que Gyenes nos ha legado nos permiten apreciar, aun fugazmente, los espectáculos de grandes directores de escena como José Luis Alonso, José Tamayo o Luca de Tena, y contemplar a elencos completos que nos siguen impresionando con nombres como Fernando Fernán-Gómez, José María Rodero, José Bódalo, Conchita Montes, Isabel Garcés, Gracita Morales...
Si los grandes ídolos de la escena y el celuloide siempre han sido, más allá de sus valores interpretativos, una imagen sobre la que modelar sueños y fantasías, Gyenes contribuyó a configurar una especie de star-system patrio en el que el público podía sustituir su gris realidad por un mundo habitado por elegantes galanes y cosmopolitas estrellas.
Gyenes halaga vanidades, hace soñar con vidas inalcanzables, recrea mundos ajenos y hace sentirlos como propios, documenta realidades para hacerlas aprehensibles. ¿Acaso no era de eso de lo que trataba el teatro?
Los pobrecitos
Autoría: Alfonso Paso. Dirección: Claudio de la Torre. Escenografía: José Redondela.
Intérpretes: Elvira Noriega, Luisa Sala, María Luisa Moneró, Victoria Rodríguez, Pepita C. Velázquez, Ángel Picazo, Pastor Serrador, Mariano Azaña, José Balaguer, Guillermo Hidalgo, Javier Loyola y Teófilo Calle.
Estreno: 29 de marzo de 1957 en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Las manos son inocentes
Autoría: José López Rubio. Dirección: Claudio de la Torre. Escenografía: Emilio Burgos.
Intérpretes: María del Carmen Díaz de Mendoza, Ángel Picazo, Mercedes Muñoz Sampedro, Agustín Povedano, Fernando García, Antonio Gil y Pepita C. Velázquez.
Estreno: 2 de octubre de 1958 en el Teatro María Guerrero de Madrid.
La vida en un hilo
Autoría: Edgar Neville. Dirección: Claudio de la Torre. Escenografía y figurines: Emilio Burgos.
Intérpretes: María del Carmen Díaz de Mendoza, María Isabel Pallarés, María de las Rivas, Pepita C. Velázquez, Dolores Gálvez, Luis Prendes, María Rus, Ángel Picazo, María Hermosa, Dolores García Morales, Marta Osorio, Agustín Povedano, María Jambrina, Carlos M. de Tejada, Mercedes Muñoz Sampedro, María Luisa Moneró, Antonio Ballesteros, Loreto Ardavín y Antonio Martínez.
Estreno: 5 de marzo de 1959 en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Gyenes, Juan, Gyenes por Gyenes. Memorias de un fotógrafo en España, Madrid, Espasa-Calpe, 1983.
Gyenes: 50 años en España. Retratos de una vida, (Catálogo de la exposición), Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 1991.
Olmeda, Fernando, Gyenes. El fotógrafo del optimismo, Barcelona, Península, 2011.
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Tranvía teatro: 25 años, una larga vida La RDE celebra el aniversario de la compañía zaragozana junto a sus protagonistas. Visitamos su espacio y descubrimos cómo han consolidado su trayectoria. |
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Vitín Cortezo Entre los meses de mayo y junio de 2012 se celebró en el Teatro Valle-Inclán de Madrid una exposición homenaje sobre la obra de este genial escenógrafo y figurinista |
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Aplausos y homenajes Los mejores trabajos del año y trayectorias sobresalientes han sido reconocidas con premios por diversas instituciones. Presentamos una selección de los premios. |
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/ En el recuerdo |
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Actores para siempre La desaparición de célebres intérpretes de nuestra escena nos invita a recordar a algunos de ellos a través de un ejercicio de memoria que es al mismo tiempo homenaje permanente. |
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“Teatro: aquí tienes mi libro. Con estas fotografías, hechas en muchos días y noches, pago una gran deuda que debo desde mi niñez. No he nacido en el Teatro pero vivía en un mundo de Teatro. Todo lo que soy, ha nacido y crecido alrededor de bastidores. Mis largos viajes: mi gran Teatro del Mundo.
Todo lo que aprendí de fotografías, las ilusiones y las verdades; las bellezas y las tragedias. Ilusiones: sus lámparas. Verdades: sus autores. Bellezas: sus intérpretes. Tragedias: sus críticos. […]”
Don Juan y el teatro en España, Gyenes, J., Madrid, Ediciones Mundo Hispánico, 1955.
“[…] Tengo contenido en mi archivo la evolución fabulosa del teatro español”.
ABC, 11 de marzo de 1969.
Necesito crear mi propio ambiente en el estudio, para captar el alma dentro del cuerpo. Ahí está el secreto. Encontrar el “duende”. Hacer visible lo invisible.
“Retrato del cuerpo, retrato del alma”. Discurso de ingreso de Juan Gyenes en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Tres recortes de prensa que nos acercan a la figura de Juan Gyenes.
Extracto de la entrevista publicada en el periódico El Alcázar, 22 de enero de 1969.
Extracto del artículo publicado en el periódico El País, 19 de mayo de 1995.
Extracto del artículo publicado en el periódico La Vanguardia, 20 de febrero de 1995.