Menú principal

You are here: Home / Efemérides de teatro / Aurora Bautista es Laurencia en la “Fuenteovejuna” de Tamayo.

On this week in History

Aurora Bautista es Laurencia en la “Fuenteovejuna” de Tamayo.

30.4.1962
Aurora Bautista es Laurencia en la “Fuenteovejuna” de Tamayo.

El 30 de abril de 1962, en el Teatro Español de Madrid, se estrenó una de las grandes producciones de aquel año Lope de Vega: Fuenteovejuna, protagonizada por Aurora Bautista y Manuel Dicenta. Era un montaje de Tamayo: quienes por edad conocieron a José Tamayo habrán entendido lo que define esa expresión: cincuenta intérpretes en el escenario y riqueza de vestuario y decorado, puesta en escena espectacular en cuanto al uso de la música, del baile (en esta ocasión, firmaban el maestro Parada y Alberto Lorca)... La ocasión, además, merecía el esfuerzo: tras el éxito de José Luis Alonso en el Teatro María Guerrero con La bella malmaridada – que unos días después de este estreno de Tamayo volvería a ser noticia por su presentación en París – el Teatro Español ponía en escena la obra más célebre de Lope y una de las cumbres de nuestro teatro clásico. Vale la pena mencionar, porque esta es una página para el recuerdo, el reparto completo de este estreno: Fernando Guillén, José Ramón Centenero, Adriano Domínguez, Ricardo Merino, Aurora Bautista, Pilar Sala, José Rubio, Antonio Soto, Antonio Gandía, José Santoncha, Manuel Dicenta, Juan de Amézaga, Gregorio Díaz Valero, Francisco Guijar, Francisco Carrasco, Rosana Fernández, José Codoñer, Pilar Bienert, Rafael Guerrero, Ángel Terrón, Félix Ambit, José Luis Arija, Tomás Simón, Manuel Tejela, Juan Ocaña, Juan Rubio, Paco Quesada, Miguel Galindo, Ricardo Monte, Julio Príncipe, Pedro Martí, Rosita Ortiz, Tana López, Antoñita Martínez, Pilar Parra, Ángela Moreno y Elena Villarroya.

 

Aurora Bautista ha sido una de las mayores estrellas del cine español desde su debut en 1948 con Locura de amor, pero ya entonces era una formada actriz de teatro, que había estudiado en el Instituto del Teatro de Barcelona y había trabajado desde 1944 en obras como El sueño de una noche de verano, El monje blanco, La conjuración de Fiesco, El sí de las niñas, María Tudor, Antígona, El águila de dos cabezas, El burgués gentilhombre o Ricardo III, en el Teatro Español de Cayetano Luca de Tena. Tamayo ya había probado la fuerza en las tablas de Bautista en Requiem por una mujer, de Faulkner, en 1957 y en Medea en 1958; Alonso la convertiría en “la gata” de Tennesse Williams en 1959; y Luis Escobar le da el papel de Yerma en 1960. Llega al papel de Laurencia en esta Fuenteovejuna de Tamayo en el momento cumbre de su carrera, que en cine coronaría dos años después con la inolvidable “Tía Tula” de Miguel Picazo. Aurora seguirá compaginando cine y teatro durante los treinta años siguientes. Su último trabajo en teatro fue Morirás de otra cosa, de Manuel Gutiérrez Aragón, en  1992.

 

Junto a ella, encabezada el reparto Manuel Dicenta, uno de los actores que marcaron medio siglo de nuestro teatro, desde sus primeros pasos en la compañía de María Guerrero en los años veinte hasta su despedida de los escenarios mediados los setenta. Precisamente, Fuenteovejuna tuvo en Dicenta a un icono: además de esta producción de teatro, la llevó al cine en 1972 y a televisión en 1974. Manuel Dicenta es además la piedra angular de una dinastía que comenzó con su padre – Joaquín Dicenta, el autor de Juan José – y continúa con sus nietos Natalia y Jacobo. En la fotografía (Gyenes / Archivo CDT) encontramos a Manuel Dicenta y Aurora Bautista en un momento de la obra.

 

En la crónica del estreno, ABC señala un gran éxito aunque deja constancia de los “gritos extemporáneos” de algunos jóvenes “disidentes”.

 

Los decorados y figurines fueron obra del maestro Vitín Cortezo, a quien el Museo del Teatro y el Centro Dramático Nacional dedican estos días una exposición antológica, del 11 de mayo al 27 de junio estará en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid.