Efemérides
Azorín, a la tercera.
Azorín tiene un lugar de oro en la Historia de la Literatura española como uno de los prosistas más brillantes del siglo XX. En esta semana, Televisión Española emitió uno de sus excelentes documentales “Imprescindibles” sobre el escritor alicantino. Hoy podemos ver en gira por todo el país una versión dramática de La ruta de Don Quijote, firmada y dirigida por Eduardo Vasco, en la que el excelente Arturo Querejeta encarna al autor de aquellas páginas.
Es un buen homenaje a un escritor que vivió el teatro como una de sus grandes pasiones. En esta sección de Efemérides lo hemos mencionado como primer traductor de La intrusa se Maeterlink (agosto de 2012); y como crítico que descubre a un joven Benavente (noviembre de 2012). Hicimos una nota más extensa sobre su figura como dramaturgo al hilo del estreno de Lo invisible en el Teatro María Guerrero el 22 de febrero de 1954. Copiamos aquí un fragmento de aquella nota:
“Azorín - José Martínez Ruiz (1873 – 1967) – fue antes que otra cosa crítico en diversos periódicos y revistas. Con apenas veintiún años publicaba, bajo el seudónimo Ahrimán, un libro titulado “Buscapiés, sátiras y críticas”, reuniendo algunos trabajos críticos, como haría tres años después con otro volumen titulado “Charivari”. Para entonces ya había realizado su traducción de La intrusa, en 1896. Es significativo que su primer acercamiento creativo a los escenarios fuese esta obra de Maeterlink. En los años siguientes escribiría La fuerza del amor y Ortiz, tras lo que haría un largo paréntesis – coincidiendo con su etapa como diputado conservador – hasta que en los años veinte – entre 1925 y 1931 - ofrece lo más importante de su producción dramática: Judit, Old Spain!, Brandy mucho Brandy, Comedia del arte, El clamor, Lo invisible, Angelita, Cervantes o la casa encantada. Después, apenas un par de piezas más, La guerrilla en 1936 y Farsa docente en 1942. Y años de extraño silencio, hasta su muerte, veinticinco años después.”
Hoy nos acercamos a una de aquellas obras, Comedia del arte, que se estrenó en el teatro Fuencarral el 24 de noviembre de 1927. Era la tercera obra que estrenaba Azorín y, a decir de la crítica, la más lograda.
“Con esta Comedia del Arte, la aportación de Azorín a la dramática española adquiere un volumen que ofrece ya proporción al análisis. El admirado literato, que ha grabado en nuestra literatura contemporánea una huella perceptible en casi todos los escritores del 900 acá, trae al teatro una nueva sensibilidad, que apenas si afloraba en sus dos obras anteriores – Old Spain y Brandy, mucho brandy – pero que se clarifica y define en Comedia del Arte. Es, sencillamente, una idealización de la realidad; superar la realidad efímera y superflua, infundiéndole ese sentido de lo eterno en la monotonía que es el fondo de toda la obra de Azorín. Sin menoscabo – esta vez – de la más cálida emoción humana”.
La obra habla de la vida de los actores. Y a los dos actores principales debemos recordar en esta nota: los protagonistas eran Társila Criado y Francisco Fuentes, titular de la compañía. De él dicen las crónicas que “supo transmitir al público la emoción legítima del viejo comediante, ciego y pobre, cuya vida es un reflejo de su arte, encarnado en la triste figura de Edipo. El público premió su labor admirable con aplausos unánimes y calurosos, que compartió también con la señorita Criado, exquisita sensibilidad y actriz de positivos merecimientos”.
Si esta sección tiene alguna utilidad, no es otra que rescatar del olvido a grandes artistas que construyeron el edificio en el que vivimos ahora. El actor granadino Francisco Fuentes fue una celebridad en los tiempos de los Morano, Díaz de Mendoza, Borrás, Thuiller… es decir, en las primeras décadas del siglo XX. Nacido hacia 1870, llegó a Madrid en 1900 para ser primer actor en la compañía del Teatro Español. Esto quiere decir que hablamos del protagonista en el histórico estreno de Electra de Galdós. Triunfó en esos años con las obras de Echegaray y Galdós como luego con las de Benavente, pero tuvo siempre una puerta abierta a otros caminos de la dramaturgia, como los que transitaba Azorín. Dirigió su compañía hasta su muerte, el 8 de junio de 1934. “Escrupuloso director de escena fue, en efecto, Francisco Fuentes”, nos dice su paisano Melchor Fernández Almagro. “Tenía autoridad, gusto, preparación, buen sentido.” Sobre sobre la muy extensa trayectoria de la extremeña Társila Criado ofrecimos una nota biográfica en nuestra publicación El Eco de las Voces, junto con unos minutos de su voz y una galería de fotos. Completaban el reparto: Modesto Rivas, Clodio Sancho, Joaquina Maroto, Ramón Albolafia y José María Torre.
En 2018 volveremos sobre Azorín, entre otras cosas por una colaboración con Pedro Muñoz Seca que levantó algunas ampollas y su participación en la presentación de Evreinoff en España. Pero esa, como se suele decir, es otra historia.
