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Efemèrides

Cien años de Kantor

Wielopole (Polonia), 6.4.1915
Cien años de Kantor

“Única, solitaria, inasible, la obra de Tadeusz Kantor se yergue como una de las cumbres del arte del siglo XX. Única e irrepetible, como lo demuestran, precisamente, los múltiples intentos de quienes han buscado convertirse en sus émulos, o simplemente, plagiarlo. Solitaria porque su universo pertenecía a Kantor en exclusividad: la materia incandescente de su creación era el coto cerrado de su memoria. Inasible porque – aunque su influencia y el destello de su lucidez creadora hayan provocado el nacimiento de numerosos satélites en su órbita – el teatro de Tadeusz Kantor no creó escuela. No podía crearla.” Así escribía Moisés Pérez Coterillo en el número 82 de El Público, en las primeras semanas de 1991, poco después de la muerte del grandioso artista polaco.
 


Todos sus admiradores sabemos que Tadeusz Kantor nació en un pueblo llamado Wielopole, cerca de Cracovia, en lo que luego fue Polonia y entonces era la región de Galitzia, perteneciente al Imperio Austro-Húngaro. Especialmente, lo recordamos sus admiradores españoles, pues Wielopole, Wielopole fue su presentación en nuestro país, en 1981. Su presentación en el mundo fue diez años antes, cuando su compañía Cricot 2 de Cracovia actuó por primera vez en el Festival de Nancy de 1971 (La representación española en aquel festival fue el Teatro Estudio Lebrijano). Solo dos años antes había salido su compañía, Cricot 2, fuera de Polonia. La presentación en Nancy supuso también la llegada de los primeros ecos a España: la revista Primer Acto publicaba en su número 132 varios escritos de Kantor, sobre su compañía, sobre la condición del actor, sobre la recuperación del arte; la revista Yorick, por su parte, publicaba una crónica sobre el Festival firmada por J. Abellán y Miguel Pacheco.

La llegada de Wielopole, Wielopole en 1981 abrió una década en la que la influencia en España de Kantor caló muy hondamente. Varias generaciones de dramaturgos, directores y escenógrafos conservan hoy a Kantor como un referente a la altura de los grandes clásicos.
 


Para quienes no conocieron sus trabajos – y para quienes los quieran recordar – el Centro de Documentación Teatral conserva grabaciones en vídeo de los cuatro espectáculos que trajo a España. En la sede del CDT se pueden consultar grabaciones de estos cuatro espectáculos: el célebre Wielopole, Wielopole de 1981, La clase muerta de 1983, Que revienten los artistas de 1986, No volveré jamás en 1989; incluso la película que sobre La clase muerta filmó Andrzej Wajda para la televisión polaca en 1976. Entre la mucha información escrita, no podemos dejar de destacar el Cuaderno número 11 de los recordados Cuadernos de El Público, que en 1986 ofrecía textos del propio Kantor, una entrevista realizada por el maestro de la crítica Franco Quadri y un largo estudio firmado por Denis Bablet. En nuestra biblioteca, por supuesto, podrán encontrarse libros más recientes, como su imprescindible El teatro de la muerte.
 


Para quienes han seguido su trayectoria, un detalle para investigar: tras diez años trabajando como escenógrafo, Kantor monta su compañía Cricot 2. El segundo montaje que Kantor creó con esta compañía, en 1956, fue La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca. No dirán los lectores que no se ha despertado su curiosidad.