Efemèrides
Dagoll Dagom estrena Glups
El 28 de julio de 1983, Joan Lluis Bozzo salía al escenario del Teatre Municipal de Girona y comenzaba su monólogo: “Retales...” Era el inicio de Glups, la obra que significaba el escalón definitivo de Dagoll Dagom hacia las grandes producciones musicales, un ámbito en el que esta compañía ha transitado por treinta años de éxitos.
Diez años antes, en 1973, Bozzo se había incorporado al teatro profesional, como ayudante de dirección de la obra Merendábais a oscuras, de Josep Maria Benet i Jornet. Cuando Bozzo se incorpora a Dagoll Dagom, en 1978, este grupo ya había pasado una primera etapa, con Joan Ollé como director, en la que había ofrecido espectáculos basados en textos de los poetas Rafael Alberti y Salvat Papasseit, y había tenido algún desencuentro con la Censura – que no desaparece hasta 1978 – a causa de su obra No hablaré en clase. En 1978 se produce el primer gran salto de la compañía, con el estreno de Antaviana, basada en cuentos de Pere Calders y con la decisiva colaboración del cantante Jaume Sisa, que intervendría también en la siguiente producción: La nit de Sant Joan. Cinco años de gira y éxitos con estas dos funciones llevan a la compañía a plantearse nuevos horizontes y el primer fruto de esta reflexión será Glups.
Glups era un espectáculo de “retales”, decía el personaje que incorporaba Bozzo: estaba basado en las tiras cómicas del dibujante francés Gerard Lauzier, a través de una dramaturgia firmada por Joan Lluís Bozzo, Anna Rosa Cisquella, Miquel Periel y Ferran Rañé que tenía muy presente la aportación musical de Joan Vives: podemos hablar del primer musical de Dagoll Dagom. La escenografía llevaba la firma de Isidre Prunés y Montse Amenós, que se habían incorporado a la compañía en el montaje de Antaviana. Los intérpretes fueron Anna Rosa Cisquella, Joan Lluís Bozzo, Ferrán Rañé, Merce Aranega, Miquel Periel, Pep Molina, Ricard Borrás, Teresa Vallecrosa y Xus Estruch.
Tras este trabajo sobre las “tiras” de Lauzier, Dagoll Dagom va a crecer en los siguientes proyectos hacia grandes espectáculos: la celebérrima El Mikado y una propuesta histórica para la escena catalana: Mar i cel. Y veinte años más de grandes producciones, desde aquella Flor de nit de 1992, con la colaboración de Manuel Vázquez Montalbán hasta las recientes Cop de rock y La familia irreal, Dagoll Dagom ha escrito páginas imprescindibles en la Historia reciente de nuestro teatro y ha logrado permanentemente el aplauso de grandes públicos. Y la historia continúa.
