Efemérides
El estreno de 'La malquerida', de Jacinto Benavente
Un éxito clamoroso. Así lo contaron los periódicos de la época. Fue el 12 de diciembre de 1913, ahora hace un siglo. La Malquerida entró esa noche en la Historia del Teatro español.
Según las crónicas, el Teatro de la Princesa estaba repleto de público que esperaba como un acontecimiento el regreso del gran triunfador de la última década, Jacinto Benavente, que llevaba dos años sin estrenar obra nueva.
En un extenso artículo de nuestra revista Don Galán, la profesora Virtudes Serrano analiza las claves de esta obra fundamental en nuestra Literatura dramática del siglo XX, al tiempo que da noticia de aquel estreno a través de comentarios de la prensa, que se hicieron eco del aplauso unánime a los dos titulares de la compañía, María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, así como a la muy joven actriz que encarna el personaje de Acacia: María Fernanda Ladrón de Guevara, que apenas llegaba a los diecisiete años y a quien hemos recordado especialmente por la muerte de sus dos hijos, los actores Carlos Larrañaga y Amparo Rivelles. El artículo de Serrano concluye con un recorrido por las principales peripecias de esta obra a lo largo del siglo, desde las ¡750! representaciones en su versión estrenada en Estados Unidos – bajo el título The Passion Flower - en 1920 hasta la excelente puesta en escena de Miguel Narros en 1988, la última documentada en el CDT. Precisamente estos dos datos nos llevan a recordar otra obra dirigida con maestría por Narros: Panorama desde el puente, de Arthur Miller.
Un portal web llega a cualquier lugar del mundo, de modo que conviene explicar que Jacinto Benavente es, por ejemplo, el último dramaturgo español que ha obtenido el Premio Nobel de Literatura: en 1922. Benavente (Madrid, 1866-1954) llevaba para entonces treinta años escribiendo teatro y había estrenado más de ochenta obras; al final de su vida había llegado a estrenar ciento setenta y dos, entre las que han quedado algunos hitos de la escena española, como Rosas de Otoño (1904), Los intereses creados (1907) o La malquerida (1913). Como suele suceder, el éxito de sus obras y el gran número de estrenos ocultan otros aspectos, como la ambición artística mostrada sobre todo en sus primeras etapas y la cercanía, por ejemplo, a la literatura de autores como D’Anunzio, Bernard Shaw o Wilde, o la de su amigo Ramón del Valle-Inclán, que estrenó su primera obra por un empeño personal de Benavente.
Cuando hablamos de lo peculiar que resulta esta obra en la programación del Teatro de la Princesa, con un público especialmente aristocrático – alguno de los ataques más crueles de Valle-Inclán va dirigido a ese público: “en Madrid los sábados se está muy a gusto porque todos los tontos están en el abono del teatro de la Princesa” – no debemos olvidar que en esos años han sido del gusto de muchos espectadores Señora ama del propio Benavente, o Terra baixa, de Ángel Guimerá, que con traducción de Echegaray hace muy popular en el Madrid de aquellos años el actor Enrique Borrás. Por no hablar de El embrujado, de su amigo Valle-Inclán, sobre cuyo accidentado no estreno de febrero de 1913 escribimos una nota en esta sección.
En las bases de datos de estrenos de teatro.es, que ya pueden consultarse on line, podemos encontrar que, tras la guerra de España, Jacinto Benavente seguirá siendo el autor más representado de la cartelera durante décadas, para ceder su espacio ya avanzados los sesenta. La base de datos cuenta más de doscientas cincuenta producciones de sus obras.
Hemos elegido una fotografía muy especial entre el millar de imágenes de representaciones de obras de Benavente que tienen los fondos del CDT: Jacinto Benavente, sentado, posa rodeado por toda la compañía. Además de María Guerrero, a los pies del autor, encontramos a Díaz de Mendoza, Viches, Carsi, Juste, Ladrón de Guevara… nombres unidos a un estreno histórico que esta fotografía recupera para la memoria de nuestro Teatro.
