Menú principal

Vostede está aquí: Inicio / Efemérides de teatro / Franz Wedekind, el padre de Lulú.

Efemérides

Franz Wedekind, el padre de Lulú.

Hanover, 24.7.1864
Franz Wedekind, el padre de Lulú.
Se cumplen ciento cincuenta años del nacimiento del dramaturgo Franz Wedekind
“No es mucha la suerte que ha tenido en España este dramaturgo alemán, precursor del expresionismo y autor mimado por los grandes directores europeos: desde Reinhardt, que consiguió estrenar tras quince años de censura su Despertar de la primavera, hasta Gruber”. Así escribía acerca de Frank Wedekind (Hanover 24 de julio de 1864 – Múnich 9 de marzo de 1918) el crítico Mauro Armiño en su reseña para ABC de la edición, en Cátedra editorial, en 1992, de las dos obras que componen su Lulú, ese personaje ya mítico - “laberinto de la femineidad”, dice Karl Kraus – gracias a la fuerza de estas dos obras y a la versión operística firmada por Alban Berg y estrenada en 1937.
 
Efectivamente, son contadas las producciones de obras de Frank Wedekind en nuestro país. Puede que haya alguna puesta en escena anterior, que no ha quedado registrada en nuestras bases de datos; si no es así, la primera puesta en escena de una obra de Wedekind se debería a la compañía zaragozana Teatro de la Ribera, que en 1983 produjo El despertar de la primavera, con puesta en escena de Pilar Laveaga. Tres años después llegaría una importante producción en catalán: Josep Maria Flotats dirigía esta misma obra en el Teatro Nacional de Catalunya. El mismo TNC fue el productor de otra de las más importantes puestas en escena sobre Wedekind en nuestro país: la Lulú que dirigió en 2001 Mario Gas. Lulú, compuesta por dos obras, El espíritu de la tierra y La caja de Pandora, había tenido ya en España otras puestas en escena, como la dirigida por Miguel Górriz para La Jácara de Sevilla en 1992 y la dirigida en Madrid por Joaquín Vida en 1993. Además, claro, la ópera: en los últimos treinta años, un puñado de grandes producciones han hecho de los escenarios de ópera españoles un territorio predilecto para ese personaje fascinante: en 1987,  en el Gran Teatre del Liceu, con dirección escénica de Friedrich Cerha y Wolfgang Weber; en 1988, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con dirección escénica: José Carlos Plaza y escenografía y un recordado vestuario - el célebre vestido de cristal de la protagonista - de Gerardo Vera, que consiguió el Premio Nacional de Teatro por este trabajo; en 2002, la puesta en escena de Dmitri Bertman, en el Palacio de Festivales de Cantabria; en 2009, en el Teatro Real de Madrid, con dirección escénica de Christof Loy; y en 2010, de nuevo en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con dirección escénica de Olivier Py.
 
Por supuesto, la producción literaria de Wedekind - “uno de los autores más polémicos y, sin duda, el más vituperado dramaturgo alemán de principios de siglo”, decía de él Ana María Moix en un artículo de 1986, al hilo del estreno de Flotats -  no se limita a las dos obras de Lulú y El despertar de la primavera, – que tuvo una nueva puesta en escena en 2009,  con dirección de Jesús Salgado - ; por ejemplo, en la misma crítica literaria que citábamos al inicio de esta nota, Mauro Armiño menciona otras dos obras: Franciska y El Marqués de Keith.
 
Quien desee acercarse a la escritura de este dramaturgo encontrará en la Biblioteca del Centro de Documentación Teatral la primera edición española, de 1910, de El despertar de la primavera; más las dos obras de Lulú; En la Biblioteca Nacional de España se pueden encontrar también La educación de las niñas y los diarios de este autor.
 
Se cumplen ciento cincuenta años del nacimiento de Frank Wedekind y tal vez sería una oportunidad para acercarse a sus textos.