Efemerideak
Lola Membrives se despide de España
“Lola Membrives oyó una de las ovaciones más fuertes de su vida”. Así lo recuerda el ABC del 4 de enero de 1964. La noche anterior, con setenta y seis años, sesenta de ellos sobre los escenarios, Lola Membrives volvía a un teatro de Madrid, el Goya, para presentar una vez más La Malquerida, de Jacinto Benavente, que, como hemos recordado en esta sección, se había estrenado hacía entonces medio siglo, en los últimos días de 1914. La acompañaron en el escenario Amparo Martí, María Antonia Tejedor, Rosa Luisa Goróstegui, María José Alfonso, Angelines Puchol, Lola Lemos, Concha Campos, Ricardo Canales, Antonio Martelo, Vicente Ariño, Francisco Valladares, Zambrano y Francisco Taure.
Era su despedida de Madrid. Pocos días después, recibiría un homenaje de sus admiradores en el Hotel Palace. Unas semanas más tarde, dio una conferencia, presentada por Guillermo Díaz Plaja, en el Museo del Teatro de Barcelona y repitió la despedida en el Romea, con un homenaje, cuenta la prensa, apoteósico. Al responder a los aplausos, Lola Membrives recordó que había debutado a los 16 años en el teatro Eldorado de Barcelona, por lo que la despedida de esta ciudad, en el Romea, era algo muy especial.
En teatro.es nos hemos ocupado en varias ocasiones de la figura de Lola Membrives. En esta sección de Efemérides hicimos una breve semblanza de la actriz con motivo de la distinción que se le hizo, nombrándola miembro titular del Instituto de Cultura Hispánica, el 3 de marzo de 1962. En la sección El Foco, Lola Membrives ha tenido un lugar muy destacado cuando recuperamos su voz en Bodas de sangre, que la actriz estrenó en Buenos Aires en lo que supuso el primer gran éxito de público de Federico García Lorca. Ese fragmento de audio pertenece a una donación de Emilio Gutiérrez Caba a través del proyecto Videofonte y en aquel vinilo también se podía escuchar un fragmento de La Malquerida.
La fotografía que abre esta nota corresponde a La Malquerida, pero a una representación de años atrás. Le sirvió a José Monleón para invitar, en 1957, a que Membrives fuera desgranando recuerdos de sus estrenos, desde las obras de García Lorca a las de Benavente, en una entrevista publicada en la revista Teatro, que se puede consultar en la sede del CDT.
