Quiosc
Monte Olimpo. Imagen: www.teatroscanal.com
'Monte Olimpo'. Monumental "performance" teatral
El afamado director belga Jan Fabre garantiza una gran catarsis para los que aguanten
"[...] Las entradas se agotaron en cuanto salieron a la venta hace más de seis meses y por fin ha llegado el día. Es viernes poco antes de las siete de la tarde. Monte Olimpo, la famosa performance teatral de 24 horas que promete emociones extremas, está a punto de empezar en los Teatros del Canal. Su creador, el afamado director belga Jan Fabre, garantiza una gran catarsis para los que aguanten.
Una hora antes ya hay espectadores ansiosos haciendo cola. Hay casi más nervios que en los camerinos. “¡No sé si voy a aguantar!”, se oye por los corrillos. Muchos llevan almohadas y mantas para dormir en alguna de las salas habilitadas dentro. Otros prefieren echar la siesta en casa. [...]
¿Qué clase de gente decide encerrarse 24 horas en un teatro para ver un espectáculo que se anuncia como una orgía dionisiaca, con sexo, violencia y desenfreno, en inglés, francés, alemán, holandés e italiano con sobretítulos en español? Actores. Dramaturgos. Directores de escena. Periodistas. Artistas. Profesionales de la cultura. Almodóvar. El respetable jurista Antonio Antonio Garrigues Walker. En general, gente amantísima del teatro lo suficientemente atenta a la cartelera para conseguir entradas antes de que se agoten. Ochocientas personas en total. [...]
Las primeras tres horas pasan volando, pero el cuerpo pide refuerzos. A las once de la noche hay tortas para conseguir un bocadillo en la cafetería. Hay prisa. Están desfilando Hécuba, Creonte, Yocasta, Edipo. En muchos momentos el público jalea a los actores. Quiere marcha, aunque empiezan a oírse ronquidos. A las dos de la madrugada llega por fin el primer descanso. Los actores sacan sus sacos y se tumban en el escenario. [...]
Ocho y media de la mañana, segunda tregua. Esta vez de hora y media. Ahora la cafetería parece un bar de desayunos lleno de gente que acaba de salir de un after hours y quiere seguir de juerga. Hora de intercambiar impresiones. A esas alturas todo el mundo resulta familiar. Hay otra pequeña pausa sobre la una de la tarde. A la vuelta todo parece más tranquilo. Electra, Medea, Antígona, Áyax. Pero cerca del final todo se precipita. Los actores corren. El público aúlla. Todos en pie. Otra vez el baile del perreo. No hay cansancio. Muchos hacen fotos y vídeos. Almodóvar salta a las primeras filas para grabarlo mejor. Dioniso recuerda: “Todo hombre necesita un poco de locura”. Se desata el delirio colectivo. Quince minutos de aplausos. La catarsis era esto." (Raquel Vidales)
