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Extracto de la noticia publicada en El Cultural , el 1.3.2019.
Mujeres en tiempo de oscuridad

Goizalde Nuñez y Ángela Cremonte en Mi niña, niña mía (Foto: Teatro Español)

Mujeres en tiempo de oscuridad

Natalia Menéndez vuelve a la cartelera como directora con Mi niña, niña mía, un texto de Itziar Pascual y Amaranta Osorio que subirá al escenario del Teatro Español el 6 de marzo.

Dos mujeres, dos tiempos, dos historias unidas por la sangre... Una de ellas, Mujer Histórica, está inspirada en Nava Schaan (Goizalde Núñez), actriz judía que fue deportada en 1942 al campo de concentración de Terezin y que a pesar de su situación siguió actuando, dirigiendo y haciendo teatro para niños y jóvenes. Sobrevivió al Holocausto. La otra, Marie-Anne, Mujer Actual (Ángela Cremonte) es una entomóloga treintañera que vive en París. Gracias a su interlocutora descubrirá su verdadera identidad. La intención de las autoras de Mi niña, niña mía, Amaranta Osorio e Itziar Pascual, ha sido la de sacudir su impotencia al ver lo que sucede en el mundo. “Queríamos compartir un proceso. En el origen está la idea del teatro como luz, como foco de esperanza, en la inmensidad de lo oscuro y de los pesimismos del presente”, explican sobre una obra que llegará el 6 de marzo al Teatro Español bajo la dirección de Natalia Menéndez, que vuelve a subir una obra a un escenario después de Tebas Land, el celebrado texto de Sergio Blanco que se estrenó en 2017 en el Kamikaze.

¿De qué forma ha marcado el Holocausto nuestra cultura? ¿Cómo desgarró a los supervivientes? ¿Ha habido un antes y un después? ¿Qué ha sido de sus descendientes? La directora, que decidió montar la obra tras leerla a instancias de Pascual, se lamenta de que el infierno del Holocausto haya frenado menos de lo que quisiera las barbaridades que vivimos: “Ha creado, y sigue haciéndolo, toda una cultura. Debemos apreciarla y no convertirla en un mito, hacer que nos sirva para actuar hoy, transformar ese infierno en literatura, no en un hecho cotidiano”, explica a El Cultural. La puesta en escena de Mi niña, niña mía es una mezcla de estilos donde aflora, según Menéndez, el realismo poético, cuidando el gesto y el silencio tanto como la propia palabra (…). Durante la representación escucharemos sonidos de pasos en la nieve, de melodías judías. También se percibirá tensión, miedo, alegría...Todo gracias a la interpretación de Cremonte y Núñez y al trabajo audiovisual de Álvaro Luna, el vestuario de Elisa Sanz, la iluminación de Juanjo Llorens y el apoyo en la dirección de Pilar Valenciano, Lúa Quiroga y Elvira Zurita. (…)

(Javier López Rejas)