6. (Des)-Conexiones

Una última reflexión para no perder la oportunidad de llevar a cabo una mirada global. Si el problema fundamental que impide el desarrollo más armónico de nuestro teatro radica en, más que la falta de madurez, la falta de tiempo para madurar los proyectos, el principal escollo parece ser el de un trabajo cortoplacista por parte, especialmente, de las instituciones. La discontinuidad en algunas propuestas que han demostrado su viabilidad como es el caso de los circuitos o las ayudas a la producción muestran un claro desequilibrio entre distintos momentos de nuestra historia sin que ello tenga mucho que ver con las potencialidades e inquietudes creativas de las compañías y los profesionales del teatro.

En este sentido, y lejos de servir de estímulo, la falta de coordinación entre las distintas instancias gubernativas ha hecho que en teatro, la descentralización de competencias haya llevado directamente a la incompetencia de gran parte de las propuestas, por falta de contextualización, regularidad y tiempo para madurar. Así, la creación, la distribución, la promoción y la programación de las salas no guardan entre sí el equilibrio necesario para fortalecer el sector.

Por su parte, la mayoría de las compañías más estables continúan preocupadas y ocupadas en la formación y la calidad. La mejor prueba de la madurez de la profesión está, sin duda, en su creciente interés por mantener el encuentro entre compañías, nuevos profesionales de las Islas y también de otras latitudes, autores de distintas tendencias... convencidos de que los problemas de la insularidad pueden reducirse si no se trabaja de forma aislada. Esa conexión será uno de los activos más importante para el futuro.

7. Futuro

Como expresaba  el dramaturgo experimental Roberto García Mesa en su intervención dentro de las I Jornadas de Autor organizadas dentro del proyecto CanariasEscribeTeatro: “no solo estamos determinados por el territorio que habitamos, y con los que viven con nosotros, sino por los mundos que también soñamos”.

El teatro es algo más que un producto de ocio o un evento social, es una manifestación cultural, comunicativa y creativa al más alto nivel. Nuestro objetivo consiste en lograr un público capaz de reconocer la importancia de su participación en un evento que tiene lugar en el aquí y ahora.

Las nuevas generaciones de público, los niños y jóvenes de las Islas deberían estar encabezando la lista de prioridades de nuestros gestores y políticos, puesto que sin su mirada, el teatro que queremos no será.

Con la confianza puesta en nuestros creadores y en nuestro público, todavía nos quedan muchos mundos por soñar.