1. INTRODUCCIÓN

Nada se ha escrito sobre la Semana de Teatro Infantil de El Viso del Alcor, organizada por el Centro Escolar Rey Juan Carlos I. Un rastreo en el Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía apenas ha arrojado información de relevancia. Acudir a archivos municipales de El Viso o del Ateneo Popular solo servirá para lamentarse de que todas las huellas hayan sido destruidas. A falta, pues, de documentación archivística, hemos tenido que recurrir a la memoria viva de los maestros que encabezaron aquella brillante iniciativa, los hermanos D. José y D. Clemente Calabuig Fernández, así como a la de otros maestros de distintos colegios sevillanos que participaron en ella: Dª Luz Cabello, Dª María Dolores González, D. Pedro Oso y D. Javier Ros Pardo. También nos ha interesado la perspectiva que nos pudieran comunicar aquellos niños, hoy adultos que ejercen distintas profesiones, para vislumbrar con datos positivos una valoración de la eficacia formativa del teatro en el ámbito escolar. En unos casos estas entrevistas están preservadas en soporte audiovisual, en otros en soporte electrónico, al haber sido realizadas las entrevistas con formato de cuestionario por correo electrónico. Para la elaboración de este trabajo don Clemente Calabuig ha tenido la gentileza de ofrecernos unas detalladas plantillas de participación y premios, en algún caso con las correspondientes puntuaciones e impresiones de los jurados, que cubren desde el primer año de 1978 hasta 1990 y los primeros cinco años del presente siglo. Falta, pues, la década final del siglo XX. Asimismo, hemos obtenido de la hemeroteca digital de ABC, en su edición sevillana, la cobertura informativa del certamen que realizó durante sucesivos años. Esta fuente es rica en información durante las primeras ediciones del certamen teatral, pero ya a finales de los ochenta se percibe una pérdida de interés periodístico. De más allá de 1990 solo hemos podido registrar hasta el momento una información más, aunque poco relevante.

Quienes participaron en esta iniciativa, como alumnos o como maestros, cuyos testimonios hemos podido recabar, nos hablan de una experiencia que ha imprimido una honda huella en sus trayectorias personales y profesionales. Con este trabajo pretendemos preservar esa memoria tan valiosa para quienes la protagonizaron, y transmitirla para que no quede condenada al claustro de los recuerdos individuales y no se extinga al paso de las generaciones; que quede aquí como referencia ejemplar e inspiradora de iniciativas semejantes en los próximos tiempos. No solo nos guía la voluntad de reconocer el esfuerzo de tantos maestros que se entregaron ilusionadamente a esta tarea en beneficio de sus alumnos –tantos que nombrarlos aquí resultaría prolijo, pero a los que no queremos dejar de rendir homenaje colectivo–, sino el propósito de defender el protagonismo del teatro en la escuela como elemento estratégico de socialización y formación. Que el buen trabajo hecho por aquellos maestros y niños no sea devuelto con la suma facilidad con que lo suele hacer el paso del tiempo al infértil olvido.