Personajes
BRYAN (diseñador)
ADELINE (modelo francesa
COORDINADOR

Entra Bryan nervioso.

ADELINE.– (Con acento francés.) Yo no voy a salir con estas ropas, (Señala el vestido que lleva puesto con desprecio.) Bryan, no lo soporto, no me gusta este estilo tuyo, mira qué colores tan horteras, ¡parece ropa del armario de mi abuela!

BRYAN.– ¡Cómo osas! Oh my God, me va a dar algo. ¿Usted sabe que esta tela es de las más finas de todo el mercado? Y los estampados, ¿pero qué me ha hecho en los estampados?

ADELINE.– Cogí el rotulador permanente y le di un toque personal.

BRYAN.– ¿Un toque personal? (Agita los brazos.) ¿¡Un toque personal!? Que alguien me traiga un Brandy Alexander con sombrillita rosa o me caigo muerto aquí mismo.

ADELINE.– Cáigase y haga un favor a todas las portadas de revista. (Se baja la cremallera del vestido).

BRYAN.– (Hiperventilando.) ¡Que alguien se lleve a este demonio vestido con buenas marcas!

ADELINE.– ¿Que se me lleven a mí? ¿Usted sabe quién soy yo? (Coge unas tijeras y corta el vestido, dejando más escote.)

Brian se frota los ojos y mira el vestido que Adeline acaba de romper. Se desmaya. Entra en escena el coordinador del desfile con una copa, es un hombre de unos 50 años, gordinflón, bajito, con poco pelo en la cabeza. Viste con un chándal sucio. Ve al diseñador en el suelo y corre hacia él.

COORDINADOR.– ¡Bryan! ¡Bryan! (Se dirige a Adeline. Está furioso.) ¿Qué ha hecho? ¿Usted sabe la pérdida de dinero que me supone a mí esto? (Señala al cuerpo de Bryan.)

ADELINE.– (Cruza los brazos y alza la cabeza sin mostrar arrepentimiento.) Este hombre es un atentado hacia la moda.

COORDINADOR.– (Agitando y dando tortitas en la cara al diseñador.) ¡Bryan! ¡Está Lady Gaga entre el público!

BRYAN.– (Se levanta de un salto.) ¿Lady Gaga? ¡Ay, que me caigo muerta!

ADELINE.– (Se lleva las manos a la cabeza.) ¡Muerta otra vez no! (Al coordinador.) ¡Dele la copa!

El coordinador le da la copa al diseñador.

BRYAN.– (Agarra la copa y empieza a examinarla. Estira el brazo acercándosela al coordinador.) ¿Quién ha puesto una sombrillita azul en mi copa? (Grita desesperado) ¡La pedí rosa! ¡Rosa!

COORDINADOR.– (Se pone firme.) ¡A sus órdenes!

Adeline pone los ojos en blanco. El coordinador vuelve a agarrar la copa. Adeline se quita el vestido y se lo tira al coordinador.

BRYAN.– (Mira maravillado al coordinador.) ¡Querido, esto es fantástico! (Se acerca al coordinador, le quita la copa de la mano y la tira hacia atrás. Coge el vestido y se lo pone al coordinador. Junta las manos y sonríe.) ¡Te queda divino!

BRYAN.– ¡Adeline, hermosa! ¡Ven a contemplar esto! (Señala al coordinador.)

ADELINE.– (Desganada y con sarcasmo.) Increíble.

BRYAN.– (Mueve los brazos de forma exagerada marcando la figura del coordinador.) ¡Qué contraste tan magnífico hace con tu piel! ¡Qué curvas! ¡Qué todo! (Mira a Adeline de arriba abajo.) ¡Despedida!

Adeline dice adiós con la mano mientras sonríe.

ADELINE.– (Abre la boca y echa el cuerpo para atrás, pone los brazos en jarras, incrédula.) ¿Me vas a cambiar por eso? ¿Sabes lo que te digo? Que no me echas, ¡me voy!

Sale de escena.

BRYAN.– ¡Bah! (Ignora a Adeline, sonríe al coordinador.) ¡Tienes que salir a desfilar ahora mismo! (Abre la cortina y empuja al coordinador.)

COORDINADOR.– Pero… pero…

BRYAN.– ¡Nada de peros! ¡Desfile! ¡Es una orden!

El coordinador agacha la cabeza. Pasa al otro lado de la cortina roja. Empieza a desfilar torpemente.

BRYAN.– ¡Esto es magnífico! (Aplaude eufórico.) ¡Me encanta! ¡Bravo! ¡Bravo!
Saluda el coordinador mientras el diseñador le aplaude.

 

TELÓN