Documentos para la historia del teatro español
Documentos para la historia del teatro español. CDT
INICIO / Claves / Modelos y espacios
1939-1949
1939-1949

Cartelera
1940

El tiempo y su memoria
Escena y política
Modelos y espacios
Protagonistas
Memorabilia
El Teatro y su Doble

 

 

Índice, recopilación y estudio:

Julio E. Checa Puerta
Universidad Carlos III de Madrid

 

 

fondo página

MODELOS Y ESPACIOS

Primera  · 1 2 3 4 5 6 7  ·  Última

No obstante, en otras ocasiones también se hizo a las compañías razón fundamental del fracaso de algunas obras. Aunque comedias como El corazón de las mujeres, de Salvador Martínez Cuenca, no mereció precisamente elogios, el trabajo de la compañía fue descrito con una evidente contundencia: “La compañía no se sabía los papeles. Estaba azorada y nerviosa. Las actrices y los actores tardaban en dar las réplicas y se equivocaban con frecuencia, diciendo unas palabras por otras o pronunciándolas mal”. Otro tanto sucedería con el estreno de la comedia de Luis Manzano, Ella y el Duque, que pudo verse en el teatro Reina Victoria y que mereció las siguientes consideraciones de Alfredo Marqueríe: “Salvo Ana María Noé, en un papel sin ningún relieve y muy inferior a sus extraordinarias y magníficas facultades de primerísima actriz, los demás estuvieron a tono con la comedia, es decir, sencillamente desastrosos”. No obstante, estos no fueron los comentarios más duros del crítico. Si hacemos un repaso por sus reseñas, veremos bastantes ejemplos. Así comenzaba su crítica de la obra Severino fue al casino, estrenada en el teatro Fontalba unos días más tarde de la comedia anterior: “Con esto de los estrenos sucede algo asombroso. Uno cree que lo último que ha visto es lo más malo que se puede escribir, y resulta que el estreno siguiente es todavía muchísimo peor. Así se explica lo ocurrido anoche en el Fontalba”.

Como sabemos, fueron muy pocas las autoras que alcanzaron alguna notoriedad en la escena española de aquellos años. Entre ellas, cabría destacar la presencia de Pilar Millán Astray, reconocida como dramaturga de éxito gracias a La tonta del bote y El juramento de la Primorosa, en el período anterior, y que ofrecería algún estreno en 1941 no del todo bien recibido por la crítica. No deja de ser curioso que en su nueva obra, La condesa Maribel, la autora decidiera abandonar la fórmula del sainete y pasarse a un género más ambicioso, como la comedia, lo que no parecía ser visto de buen grado por los críticos. Algunas de las críticas, a pesar del tacto obligado y del paternalismo condescendiente con que valoraban la propuesta escénica, no dejaban mucho lugar a dudas: “Parecía el sainete el camino más indicado a seguir por la ilustre escritora por su intuición para reflejar en la escena el pintoresquismo y costumbres de nuestras gentes de los barrios bajos madrileños” (R 179834; 29.11.1941). En esta misma idea abundaba el crítico de la Hoja del Lunes, quien se preguntaba: “¿Qué razón ha tenido esta ilustre escritora, en pleno apogeo de su talento y sus facultades, para variar de género? No nos lo explicamos y, a fuer de sinceros admiradores de Pilar Millán Astray, añadimos que los que hacemos es lamentarlo”.

Entre las comedias que obtuvieron un mayor reconocimiento, podríamos destacar Los ladrones somos gente honrada, de Enrique Jardiel Poncela, estrenada en el teatro de la Comedia por la compañía titular del teatro, que contaba con figuras como Elvira Noriega, Carlos Lemos y José Orjas, entre otros. También destacarían, una vez más, los decorados de S. Burmann. Después de la mala crítica dispensada a su anterior comedia, El amor solo dura 2000 metros, el éxito de esta nueva obra convirtió su estreno en uno de los acontecimientos teatrales del año.

En esta temporada, otras comedias como Gente de Bulla, de José Tellaeche, obtuvieron un notable reconocimiento de público y una buena aceptación por parte de la crítica, que destacó especialmente “su diálogo cuidado, emoción, sinceridad artística y gracia, sin retruécanos ni adobes”. Tampoco faltarían algunas comedias extranjeras, pocas, entre las que podríamos destacar el estreno de Una mujer sin importancia, de Oscar Wilde, en el teatro Alcázar de Madrid por la compañía de Irene López Heredia y Mariano Asquerino, El solterón, de Eduard Childs, traducida por Tomás Borrás, e interpretada por la compañía de José Isbert en el teatro Maravillas; o Usted no es mi marido, comedia de Benedetti adaptada por Tedeschi y Montero Alonso, estrenada en el teatro Lara por la compañía de Niní Montián, que mereció cariñosos elogios por parte de Torrente Ballester. No obstante, merece la pena recuperar algunas reseñas dedicadas al estreno de un texto de Paul Claudel, L’annonce fait a Marie, misterio en cuatro actos y seis cuadros que representaría la compañía francesa de Eve Francis en el teatro María Guerrero. Ciertamente, las relaciones exteriores se orientaban hacia las producciones italogermanas, y era más complicado encontrar muestras de repertorio extranjero, especialmente francés, que no resultaran problemáticas. Así lo reconocía Antonio de Obregón al resaltar de modo entusiasta el estreno de la obra de Claudel: “Entre tanto teatro decadente y snob de los últimos veinte años como ha producido Francia -y conste siempre que esa declinación y hasta aberración en los temas coincide, la mayoría de las veces, con hallazgos y originalidad que ya están en la historia literaria-, entre tan gran volumen de producción basada en el desvío, en los bajos fondos y en las tendencias destructoras, Claudel puso esta admirable pica en Flandes [...] cantó el sacrificio y el drama del amor y la atracción de la tierra lleno de inspiración cristiana y empleando los elementos más legítimos y tradicionales del teatro”.


Primera  · 1 2 3 4 5 6 7  ·  Última

 

 

 

 

 

 

línea

 

fondo

 

 

 

Logo Ministerio de Cultura. INAEMespacio en blancoLogo CDT


Documentos para la historia del teatro español

© 2013 Centro de Documentación Teatral. INAEM. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de España | cdt@inaem.mecd.es | Diseño web: Toma10